En un nuevo capítulo de los secretos del universo, la ciencia vuelve a maravillarse ante lo inesperado. Astrónomos han detectado a 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar en visitar nuestro Sistema Solar, y su composición ha sorprendido incluso a los más escépticos. Lo que debió ser un cometa más en su viaje interestelar, se ha revelado como un enigma que podría reescribir parte de lo que conocemos sobre la formación planetaria.

Este cuerpo celeste se distingue por una composición química sin precedentes: posee la proporción de dióxido de carbono más alta registrada en comparación con el agua en un cometa. Esta característica, detectada gracias a la colaboración de telescopios de última generación como el Hubble, SPHEREx, TESS y el revolucionario James Webb, contradice las teorías actuales sobre la formación de cometas en sistemas planetarios distantes.
Dos grandes hipótesis han surgido para explicar su rareza:
- Formación bajo radiación extrema: Se cree que 3I/ATLAS podría haberse originado en una zona de su sistema de origen expuesta a radiación anormalmente intensa, capaz de modificar profundamente sus hielos y componentes.
- Nacimiento cerca de una «línea de hielo» de CO2: Otra teoría plantea que se formó cerca de una región específica rica en dióxido de carbono, un entorno radicalmente distinto al que vemos en nuestro Sistema Solar, lo que explicaría su extraña composición.
Aunque su punto exacto de origen sigue siendo un misterio, las proyecciones astronómicas indican que 3I/ATLAS sobrevolará planetas como Júpiter, Marte y Venus antes de retomar su rumbo hacia el espacio profundo, sumándose a la selecta lista de visitantes interestelares que incluye a ‘Oumuamua (2017) y Borisov (2019).
Este hallazgo no solo amplía el catálogo de cuerpos celestes interestelares, sino que también plantea nuevas preguntas sobre los extremos físicos y químicos del universo. Para la comunidad científica, 3I/ATLAS representa una oportunidad invaluable para poner a prueba los límites de la astrofísica moderna y avanzar en la comprensión de cómo se forman los mundos más allá de nuestro Sol.