En 2024, la comediante Amy Schumer reveló que le habían diagnosticado el síndrome de Cushing, lo que desató una ola de comentarios en redes sociales, pero de qué se trata:

Este episodio sirvió para generar conciencia sobre el síndrome de Cushing y la importancia de un diagnóstico adecuado antes de sacar conclusiones precipitadas sobre la salud de una persona.
El síndrome de Cushing es un trastorno hormonal causado por niveles elevados de cortisol en el cuerpo durante un tiempo prolongado. El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales y es fundamental para regular el metabolismo, la respuesta al estrés y la inflamación. Sin embargo, cuando se produce en exceso, puede desencadenar una serie de síntomas adversos que afectan la salud y la calidad de vida.
Causas del Síndrome de Cushing
El exceso de cortisol puede tener diversas causas, entre ellas:
- Uso prolongado de corticosteroides: Medicamentos como la prednisona, utilizados para tratar enfermedades inflamatorias y autoinmunes, pueden provocar el síndrome de Cushing.
- Tumores en la glándula suprarrenal: Un tumor suprarrenal puede producir cortisol en exceso.
- Tumores en la glándula hipófisis: El adenoma hipofisario puede generar demasiada hormona adrenocorticotropa (ACTH), estimulando la sobreproducción de cortisol.
- Producción ectópica de ACTH: Algunos tumores en órganos como los pulmones pueden producir ACTH, elevando los niveles de cortisol.

Síntomas del Síndrome de Cushing
Los síntomas pueden variar, pero los más comunes incluyen:
- Aumento de peso, especialmente en el rostro (cara de luna llena), abdomen y parte superior de la espalda.
- Piel fina y frágil con tendencia a hematomas y estrías moradas.
- Fatiga, debilidad muscular y osteoporosis.
- Hipertensión arterial y diabetes.
- Cambios emocionales, como depresión y ansiedad.
Diagnóstico del Síndrome de Cushing
Para confirmar el diagnóstico del síndrome de Cushing, los especialistas realizan pruebas como:
- Prueba de cortisol en saliva nocturna: Se mide el nivel de cortisol en una muestra de saliva tomada en la noche, cuando normalmente debería estar bajo.
- Prueba de cortisol en orina de 24 horas: Mide la cantidad de cortisol excretado en la orina.
- Prueba de supresión con dexametasona: Se administra dexametasona antes de dormir y se mide el cortisol en sangre a la mañana siguiente.
- Análisis de ACTH: Permite diferenciar si el problema se origina en la hipófisis o en las glándulas suprarrenales.
- Resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC): Para detectar tumores en la hipófisis o suprarrenales.