Con un mensaje cargado de admiración y gratitud, Tom Hanks despidió a Jim Lovell, el legendario comandante del Apolo 13, quien falleció el jueves 7 de agosto a los 97 años. El actor, que inmortalizó su figura en la película Apolo 13, compartió sus palabras a través de Instagram, recordando la grandeza de un hombre que desafió los límites del espacio y de la historia.

“Hay personas que se atreven, que sueñan y que guían a otros a lugares a los que no iríamos solos. Jim Lovell, quien durante mucho tiempo viajó más lejos y por más tiempo que cualquier otra persona de nuestro planeta, era ese tipo de persona”, escribió Hanks. El actor de 69 años destacó que sus misiones no se emprendieron por riqueza ni fama, sino por el impulso innato de enfrentar desafíos que marcan el rumbo de la humanidad.
En un tributo cargado de simbolismo, Hanks cerró su mensaje con una imagen poética: “En esta noche de luna llena, él parte hacia los cielos, al cosmos, a las estrellas. Que Dios te acompañe en este próximo viaje, Jim Lovell”.
Lovell, capitán retirado de la Armada de los Estados Unidos, comandó la misión Apolo 13 en 1970, una de las gestas más recordadas de la NASA. La travesía, que debía convertirse en el tercer alunizaje de la historia, estuvo a punto de acabar en tragedia cuando un tanque de oxígeno explotó en pleno vuelo. Aquella crisis dio lugar a la célebre frase “Houston, tenemos un problema”, pronunciada por Jack Swigert.

Bajo el liderazgo de Lovell, la tripulación regresó sana y salva a la Tierra, en una demostración de temple, ingenio y valentía que lo consagró como un héroe de la exploración espacial, aunque nunca pisó la superficie lunar.
En 1995, su hazaña fue llevada al cine con Apolo 13, dirigida por Ron Howard y protagonizada por Tom Hanks junto a Kevin Bacon, Bill Paxton, Gary Sinise y Ed Harris. La película se convirtió en un clásico del cine inspirado en hechos reales, llevando la historia de Lovell a millones de personas en todo el mundo.
Hoy, su partida deja un vacío en la historia de la exploración espacial, pero también un legado eterno que sigue inspirando a quienes miran al cielo y se atreven a soñar.