Noviembre no es un mes cualquiera. Es la antesala del cierre, del balance, del suspiro profundo antes del salto hacia un nuevo ciclo. Este 2025, la luna llena de noviembre —conocida como la «Beaver Moon»— tuvo lugar el 5 de noviembre y marcó energéticamente todo el mes, ofreciendo un portal de introspección, limpieza emocional y preparación para los rituales que vendrán con el fin de año y las celebraciones como Thanksgiving.

El nombre «Beaver Moon» proviene de las culturas nativas norteamericanas, que observaban el comportamiento de los castores al comenzar a preparar sus madrigueras para el invierno. Es una lunación que habla de refugio, cuidado, construcción interior. En 2025, se manifestó en el signo de Tauro, un signo asociado con la estabilidad, el disfrute de lo sensorial y la necesidad de seguridad física y emocional.
Aunque la fecha exacta fue el 5 de noviembre, su energía se expande durante varias semanas. Esta luna es perfecta para anclar rituales de gratitud, purificación y propósito. Para quienes ya están pensando en Thanksgiving, es una oportunidad de conectar con lo profundo de la tradición: agradecer, soltar lo innecesario y reconectar con lo esencial. Es una luna que pide mesa compartida, intención clara y corazones en calma.

Puedes acompasar tu energía con la vibración de la luna creando un ritual sencillo. En un cuaderno especial, escribe tres cosas que ya no quieres cargar hacia diciembre. Luego, dedica unos minutos a observar tu espacio, tu casa, tus vínculos. Agradece lo que está, lo que permanece. Encender una vela blanca, sahumar con lavanda o palo santo y preparar una infusión de hierbas otoñales puede ser el marco perfecto para sellar esta práctica.



La luna en Tauro también nos recuerda el valor de lo sensorial. Esta es una temporada para cocinar con calma, vestir telas suaves, decorar con materiales nobles, escuchar música suave y permitirnos el goce de lo cotidiano. Thanksgiving, bajo esta influencia, puede ser mucho más que una comida: puede convertirse en una ceremonia de presencia.
A nivel astrológico, noviembre trae también a Venus en Escorpio, que potencia lo emocional, la profundidad y el deseo de relaciones significativas. Es el momento ideal para revisar nuestros límites afectivos, nuestra autoestima y la forma en que damos y recibimos amor. La luna de castor, como se le conoce, sostiene esta energía de transformación con suavidad y raíz.
En tiempos donde todo parece acelerarse, este ciclo lunar nos invita a lo contrario: a pausar, a cuidar, a elegir con presencia. La Beaver Moon no busca ser vista, sino sentida. Un recordatorio de que también se puede avanzar hacia lo nuevo con los pies descalzos, los ojos cerrados y el corazón tranquilo.


