En su primer fin de semana en Prime Video, The Pickup no solo se posicionó rápidamente entre lo más visto: también encendió la conversación entre fans sobre el regreso de Eddie Murphy a un género que él mismo ayudó a definir hace más de cuatro décadas. Sin embargo, esta vez el ícono no llega como el torbellino cómico que solíamos ver en Beverly Hills Cop, 48 Hrs. o Trading Places. Aquí, Murphy interpreta a Russell Pierce, la voz de la razón, el hombre sereno en medio del caos. Y, según él mismo nos confesó, eso fue exactamente lo que lo motivó a decir que sí.
Eddie Murphy, en modo “otro tipo”
Durante nuestra entrevista, Murphy reflexionó sobre este nuevo giro en su carrera dentro del género que él moldeó:
“Cuando yo hacía acción-comedia antes, siempre era el salvaje, el que rebotaba por las paredes. Esta vez era: ‘hey, eres el otro tipo… el mayor, la voz de la razón’.”
Incluso bromeó comparando esta etapa con un clásico de su filmografía:
“Si hiciera 48 Hrs. ahora, yo sería el personaje de Nick Nolte.”
Ese contraste —entre la energía explosiva que lo caracterizó en los 80 y la versión más madura que presenta hoy— es una de las razones por las que The Pickup resulta tan interesante dentro de su trayectoria.
“Hacer reír después de 40 años es la mayor bendición”
Más allá del rol, la conversación se volvió íntima cuando le preguntamos qué significa para él seguir haciendo reír al mundo después de 43 años en la industria, desde su debut en Saturday Night Live con tan solo 19 años.
Murphy respondió sin filtros:
“Es el regalo más grande que podría tener. Nada es más dulce que saber que la gente sigue riéndose contigo después de tantos años. Más que un éxito, es una bendición.”
Para un artista que ha visto pasar generaciones completas de comediantes, mantenerse vigente no es solo una proeza profesional, es un legado vivo.
Pete Davidson: del fan al compañero de escena
Para Pete Davidson, compartir pantalla con Murphy fue un sueño convertido en tarea profesional.
“Me sentía absolutamente fuera de mí. Tardé un par de días en decirme: ‘OK, tienes un trabajo, estás en una película… esto no es un sueño’. Fue todo lo que había esperado.”
Davidson admitió que, aunque trataba de contenerse, la emoción era inevitable:
“Creo que Eddie estaba más tranquilo. Tiene mucha más experiencia filmando. Pero para mí, fue surreal. Aun así, teníamos que enfocarnos: somos profesionales.”
La dinámica entre ambos actores —el legendario y el heredero espiritual de la comedia moderna— sostiene algunas de las interacciones más frescas de la película.
Keke Palmer: una villana con propósito y matices emocionales
Keke Palmer interpreta a Zoe, una antagonista con un trasfondo sólido y una misión que va más allá de la maldad gratuita.
“Es una comedia, sí, pero ella es muy seria. Tiene una misión real detrás de por qué es villana. Me gustó jugar con esa dualidad: no quiere hacer el mal, quiere corregir algo. Y la tensión con el personaje de Pete… ese romance imposible… fue divertidísimo.”
Palmer se divierte, pero también profundiza. Su personaje logra humanizar una narrativa que fácilmente habría podido caer en estereotipos.
Tim Story y la construcción del mundo: “Solo había que dejarla ser”
El director Tim Story también nos habló del proceso de casting y de cómo Eva Longoria recompuso por completo un personaje que originalmente ni siquiera estaba escrito como latina.
“El personaje no era latina. Pero cuando surgió su nombre dijimos: ‘wow, ella es perfecta’. Le dio otra dimensión al rol. Una energía distinta, una química nueva.”
Sobre el trabajo en set, Story lo resumió con claridad:
“Sabíamos que una vez la tuviéramos, solo teníamos que dejarla suelta. Muchas cosas —como la escena del dormitorio al inicio— nacieron de ella.”
El toque latino (y Murphy hablando español)
Aunque no fue planificado desde el guion, la película incorporó una vibra latina que añade una capa inesperada. La presencia de una Eva cambió la dinámica, aportó color, ritmo y un choque cultural divertido que incluso llevó a Eddie Murphy a decir líneas en español durante el rodaje.
La espontaneidad del elenco terminó enriqueciendo el tono general de la película.
The Pickup no pretende reinventar el heist-comedy, pero sí ofrece algo notable: un Eddie Murphy , explorando el humor desde la experiencia y no desde el descontrol. Es un actor que entiende su historia y abraza su evolución.
Al mismo tiempo, la película sirve como escaparate para una generación que tiene muy claro cómo construir comedia moderna. Keke Palmer aporta matices, Pete Davidson aporta vulnerabilidad y caos contenido, y juntos encuentran un balance que hace que esta historia de atraco funcione dentro de su propio código.
El resultado es un thriller ligero que respira diversidad, energía y un espíritu intergeneracional que armoniza sorprendentemente bien. The Pickup marca una nueva etapa en la carrera de Murphy y confirma que el futuro de la comedia está en manos de intérpretes que saben dialogar y brillar junto a una leyenda viviente.
