La Navidad es sinónimo de luz, amor y unión… pero también puede convertirse en una temporada de excesos innecesarios. Desde el consumo hasta el desperdicio, muchas de nuestras tradiciones pueden repensarse para vivirlas con más consciencia — y sin renunciar al encanto ni a la estética.
Este año, la invitación es clara: haz de tu Navidad un acto de amor, no solo hacia los tuyos, sino también hacia el planeta. ¿Cómo? Con pequeños gestos que suman — elegantes, prácticos y cargados de intención.
7 acciones navideñas para celebrar con conciencia ecológica
1. Elige un árbol natural y compostable
Aunque suene contradictorio, los árboles naturales —preferiblemente cultivados en viveros certificados— tienen menor impacto que los artificiales de plástico que terminan en vertederos. Al terminar la temporada, puedes compostarlo o convertirlo en mantillo.

2. Usa papel reciclado o creativo para envolver tus regalos
Olvídate del papel brillante y plástico. Piensa en papel kraft, periódicos, mapas antiguos o telas tipo furoshiki. Añade detalles naturales como ramitas de pino o cordel de yute para un acabado sofisticado y sostenible.
3. Compra local y artesanal
Apoya a marcas independientes, emprendedores y artesanos locales. No solo reduces la huella de transporte, sino que además regalas con más corazón.


4. Regala menos, pero mejor
Haz una lista reflexiva: ¿qué regalos tienen sentido, utilidad y alma? Prefiere productos duraderos, reutilizables o con impacto social. Un buen termo, una planta, una experiencia o un objeto con historia valen más que cinco regalos impulsivos.
5. Reduce el uso de luces y opta por LED
La iluminación navideña puede ser encantadora sin ser excesiva. Programa las luces para que se apaguen de noche y opta siempre por tecnología LED, que consume hasta 80% menos energía.

6. Decora con elementos naturales o reciclados
Piñas secas, ramas, naranjas deshidratadas, velas en frascos de vidrio, textiles de lino o algodón reciclado. La belleza simple y orgánica nunca pasa de moda.
7. Cocina con planificación (y sin desperdicio)
Evita comprar en exceso. Planea tus menús, reutiliza sobras y de productores locales. La cocina también puede ser un acto ecológico.


