¿Papá Noel viste de rojo por Coca‑Cola? La historia real detrás del mito navideño

Cada diciembre, la imagen de un sonriente Papá Noel en su emblemático traje rojo y blanco inunda escaparates, tarjetas, comerciales y redes sociales. Para muchos, esta versión moderna del legendario personaje navideño parece tan atemporal como la propia Navidad. Sin embargo, existe un mito muy popular que atribuye su atuendo a una campaña publicitaria de Coca‑Cola. ¿Es esto cierto? La respuesta, como todo buen cuento navideño, tiene su magia y su verdad.

Antes del marketing, existía la leyenda

La figura de Papá Noel no nació en una fábrica de refrescos, sino en los relatos ancestrales de Europa. Inspirado en San Nicolás de Myra —un obispo del siglo IV conocido por su generosidad—, el personaje evolucionó a través de los siglos y las culturas: Sinterklaas en los Países Bajos, Father Christmas en Inglaterra, y más adelante, Santa Claus en Estados Unidos.

Durante el siglo XIX, estos personajes eran representados con trajes en tonos verdes, marrones, azules o incluso dorados, según la región o el artista. Fue el ilustrador Thomas Nast quien, en 1863, lo dibujó con un abrigo rojo en la revista Harper’s Weekly, estableciendo una estética que sería retomada y reinterpretada décadas después.

Coca‑Cola no lo inventó, pero sí lo globalizó

En 1931, Coca‑Cola encargó al artista Haddon Sundblom una serie de ilustraciones para su campaña navideña. Su encargo: crear un Santa Claus cálido, humano, cercano. El resultado fue una figura robusta, de mejillas rosadas, barba blanca impecable y, por supuesto, vestido de rojo un color que, casualmente, también forma parte de la identidad visual de la marca.

Estas imágenes fueron un éxito rotundo. Se imprimieron en revistas, carteles y anuncios de todo el mundo, convirtiéndose en el nuevo estándar visual de Papá Noel. Fue así como Coca‑Cola no inventó al Santa de rojo, pero sí lo convirtió en un ícono universal, al punto de que muchas generaciones creen —erróneamente— que la marca fue su creadora.

El poder de la imagen (y de una buena historia)

¿Por qué este mito ha perdurado tanto tiempo? Porque combina tres ingredientes irresistibles: una figura legendaria, un emblema del marketing moderno y la nostalgia de una tradición compartida. La idea de que Coca‑Cola vistió a Santa de rojo resume el poder de una buena narrativa comercial que, sin quererlo, terminó influenciando la cultura global.

Hoy, cada vez que vemos a Santa Claus repartiendo alegría en su abrigo rojo brillante, lo que realmente vemos es la síntesis de siglos de tradición, adaptaciones culturales y una campaña publicitaria que cambió la historia del marketing para siempre.