Bad Bunny inauguró su esperada residencia “No me quiero ir de aquí” en el emblemático Coliseo de Puerto Rico con tres noches consecutivas completamente sold out. Una cita que se convierte en un manifiesto de amor propio, cultura y resiliencia boricua.

Más de 15,000 asistentes, arropados en la bandera de Puerto Rico, llenaron cada rincón del Choliseo para celebrar junto a Benito el inicio de una serie de 30 conciertos que se desarrollarán durante tres fines de semana consecutivos hasta septiembre. Este espectáculo no solo congregó a multitudes, sino que también atrajo a celebridades como LeBron James, testigo privilegiado de la euforia colectiva.

Bad Bunny, con la autenticidad que lo caracteriza, rindió homenaje a la historia y la cultura de la isla mientras recorría su propia trayectoria musical. Desde el potente trap de “La Romana” hasta el pegajoso ritmo de “Yo perreo sola”, cada canción fue un recordatorio del poder que ha tenido para redefinir el género urbano. La noche también regaló un momento mágico con un tema inédito que dejó al público en suspenso sobre un posible lanzamiento oficial.
Y es que más que un concierto, Bad Bunny ha creado una experiencia inmersiva que transforma el escenario en un lienzo vivo: una gigantesca pantalla LED que envuelve el espacio, proyecciones llenas de color, efectos visuales, pirotecnia y una narrativa que conecta con el alma de Puerto Rico.
“No me quiero ir de aquí” es una declaración de un Bad Bunny íntimo, celebrando sus raíces y proyectando su orgullo en un espectáculo que, sin duda, marcará un antes y un después en la historia del entretenimiento puertorriqueño.