El mundo amaneció con una nueva reina universal: Fátima Bosch, la mexicana coronada como Miss Universo 2025 en Tailandia, tras destacar entre más de 120 candidatas de todo el planeta. Su victoria no solo representa un hito para México, consiguiendo la cuarta corona para el país, sino también un impulso para la presencia latina en el certamen de belleza más relevante a nivel internacional.
Una reina con propósito
Fátima Bosch, de 25 años y oriunda de Tabasco, es modelo y diseñadora de moda. Estudió en la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México y complementó su formación en la Nuova Accademia di Belle Arti (NABA) de Milán y en el Lyndon Institute, en Estados Unidos.
Su historia personal está marcada por desafíos que moldearon su carácter: desde pequeña enfrentó bullying y fue diagnosticada con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad), situaciones que hicieron de su vida escolar un camino complejo. Sin embargo, estas experiencias se transformaron en impulso. Hoy, esa misma fortaleza, autenticidad y resiliencia la han llevado a conquistar uno de los escenarios más influyentes del mundo.
Su rumbo a Miss Universo 2025
La gran final se celebró el 21 de noviembre de 2025 en el Impact Challenger Hall de Pak Kret, Tailandia, bajo el lema “The Power of Love”.
Bosch se destacó en cada etapa del certamen: desde la pasarela en traje típico hasta la ronda de preguntas, donde enfatizó la importancia de la identidad cultural y el liderazgo femenino. Su carisma, seguridad y autenticidad la llevaron a imponerse sobre candidatas de gran nivel, entre ellas Miss Tailandia, quien ocupó el segundo lugar, y Miss Venezuela, que se posicionó entre las cinco finalistas.
Antes de convertirse en noticia mundial por su coronación, su nombre ya había resonado a principios de noviembre tras un altercado con un ejecutivo del certamen, hecho que desencadenó una ola de apoyo feminista. Aquella situación la posicionó como un símbolo de resiliencia y voz de empoderamiento.
Un sueño que se lleva en la sangre
La nueva Miss Universo creció rodeada de una fuerte tradición de certámenes de belleza. Proveniente de una familia prominente en México, con vínculos tanto en el ámbito político como en el mundo de los reinados, Fátima Bosch estuvo expuesta desde niña a ese universo.
Su madre, Vanessa Fernández Balboa, la conectó tempranamente con esta cultura, y dos de sus tías participaron en el concurso Flor de Tabasco, el mismo certamen que Fátima ganaría en 2018.
En su hogar, los concursos eran más que un espectáculo: eran parte de la identidad familiar. Cada año, la elección y coronación de Miss Universo se convertía en una tradición compartida y sembró en ella el sueño de algún día ocupar ese escenario.
Lo que representa su triunfo
Con esta victoria, Fátima Bosch se convierte en embajadora de la organización Miss Universo durante un año, viajando por el mundo para promover causas sociales, culturales y de empoderamiento femenino.
Su llegada a la corona es el reflejo de una historia de superación y autenticidad: una mujer que, desde Tabasco, México, se ha convertido en símbolo de liderazgo femenino y en voz poderosa para quienes creen que la verdadera belleza nace de la fuerza interior. Su coronación no solo celebra la belleza, sino también la fuerza de la herencia latina y el impacto de las mujeres que inspiran cambios globales.
