Giorgio Armani, el maestro del minimalismo elegante y una de las figuras más influyentes de la moda del siglo XX y XXI, ha fallecido a los 91 años. Su partida marca el fin de una era que él mismo definió con precisión, sofisticación y coherencia estética. El diseñador murió en paz, en su residencia privada en Milán, rodeado de sus colaboradores más cercanos y seres queridos.
Conocido por transformar el vestuario contemporáneo desde la década de los 70, Armani convirtió el traje clásico en una declaración de estilo relajado pero refinado. Su célebre chaqueta desestructurada se convirtió en emblema de una nueva masculinidad, y luego en un manifiesto universal de elegancia atemporal. En los años 80, conquistó Hollywood, vistiendo a Richard Gere en «American Gigolo» y luego a incontables estrellas que buscaron en su estilo la sutil distinción del poder sin ostentación.
Fundador, director creativo, CEO y único accionista de su imperio, Giorgio Armani fue un caso excepcional de longevidad profesional y control creativo total. Supervisó cada colección, cada perfume, cada hotel, cada línea de accesorios y mobiliario con la meticulosidad de un arquitecto y la sensibilidad de un artista. Desde Emporio Armani hasta Armani Privé, su firma se extendió a múltiples universos sin perder jamás la coherencia estética ni el alma de su visión.
El mundo de la moda reacciona hoy con conmoción, admiración y un respeto absoluto. “Re Giorgio”, como se le conocía en Italia, supo mantenerse fiel a sus convicciones incluso en los momentos más efervescentes de la industria. Rechazó las estridencias de las redes sociales y los ritmos efímeros de las nuevas temporadas, apostando siempre por una elegancia sostenible, serena y profundamente humana.
Las ceremonias en su honor ya están en preparación. Se instalará una capilla ardiente en Milán para que colegas, amigos, admiradores y figuras del mundo del arte y el diseño puedan rendirle homenaje. El funeral será privado, siguiendo la discreción que caracterizó su vida personal.
Su legado es inconmensurable. No solo por los miles de diseños que redefinieron el vestir contemporáneo, sino por haber elevado la moda al nivel de las bellas artes.
