Irasema Torres“ Conecté cuando entendí que mi lugar se construye siendo yo, sin filtros ni moldes”

Escrito por: Luisa Rangel   Fotografía: Yorch Sans   Maquillaje y Peinado: Valentina Otero       Locación:Hotel AKA Brickell

Desde la frontera entre Brownsville (TX) y Matamoros (México), Irasema Torres cruzó fronteras culturales para convertirse en una voz influyente del entretenimiento hispano
en Estados Unidos. Con más de 20 años en Miami, ha escalado desde la radio local hasta convertirse en reportera y productora en Telemundo, donde hoy cubre los principales programas de entretenimiento, y la vemos a diario en el programa número uno de las tardes “En Casa Con Telemundo” Reconocida con tres premios Emmy nacionales, hoy representa la autenticidad como un valor profesional y cultural. Su historia demuestra que creer es el primer paso.

Irasema, al crecer entre Texas y México, ¿cómo moldeó esa dualidad tu mirada de la vida?
Vivir en la frontera me dio lo mejor de dos mundos. Iba a la escuela en Texas y dormía en Matamoros. Crecí cruzando el puente a diario, mezclando acentos, idiomas, costumbres. Eso me enseñó a ser flexible, empática… y a entender que no necesitas renunciar a una parte de ti para pertenecer… sino integrarla.


¿Y cómo fue ese primer salto a Miami, tan joven y con tantos sueños?
Llegué con 18 años, acompañando a una amiga que quería estudiar. Yo encontré la carrera de periodismo en la misma universidad y me lancé. Pero al mes, ella decidió volver. Llamé a mi mamá para regresar también… y ella me dijo: “Primero termina lo que empezaste”. Ese consejo me cambió la vida. Gracias a ese “quédate”, descubrí que no solo estaba estudiando una carrera, sino construyendo una nueva vida.


Has pasado de estar detrás de cámaras a ser el rostro en pantalla. ¿Cómo ha sido ese viaje?
Estuve como productora, luego escalé a reportera y ahora cubro para tres programas principales. Hoy soy la única profesional que combina la producción y la cobertura de entretenimiento para toda la cadena: desde morning show de “Hoy Dia” hasta “Al Rojo Vivo”. Es una posición de responsabilidad inmensa y orgullo diario.


Muchos te reconocen por ser tú misma frente a cámaras. ¿Cómo descubriste esa autenticidad?
No soy modelo ni encajo en el estereotipo de la presentadora perfecta, y por mucho tiempo pensé que eso jugaba en mi contra. Pero todo cambió cuando dejé de intentar encajar y comencé a mostrarme tal cual soy. Me di cuenta de que lo que más conecta no es la imagen, sino la verdad, y ahí entendí que mi mayor fuerza estaba, precisamente, en mi humanidad.

¿Qué significa para ti esa responsabilidad de representar latinas auténticas en medios?
Es una responsabilidad hermosa. Voy a lanzar mi libro ‘Dale Play a tus sueños’, dirigido a esa niña pequeña que cree que no puede porque no tiene recursos, o porque siente que no encaja. Quiero mostrar que el talento no necesita permisos, solo decisión y persistencia.


¿Cuál ha sido tu historia profesional más transformadora? Sin duda, el primer Emmy que ganamos con mi equipo en ‘Un nuevo día’. Representó vencer a cadenas mucho más grandes y reafirmar que se puede competir con calidad. Y luego, el reportaje más humano fue cubrir la crisis migratoria en la misma frontera que crucé de niña. Ver a esos niños en la calle con clases improvisadas, soñando ser doctores: fue como encontrarme con la niña que fui. Eso me mostró el poder del periodismo desde el origen.


¿Cómo encuentras equilibrio ante una carrera tan exigente? Amo lo que hago, pero para rendir hay que recargar. Mi equilibrio empieza en casa, con Luis, mi novio, y con mi perro Valentino, mi compañero fiel. También tengo a mis amigas de siempre, con las que las risas son terapia pura. Me desconecto: apago el celular, viajo sin agenda. Es mi manera de reconectar conmigo para volver con más energía y claridad.