En un verano que exige frescura, atrevimiento y un toque de irreverencia, la clásica margarita se transforma en un ícono inesperado. Desde los rooftops de Brickell hasta los bares boutique de Wynwood, la bebida del momento llega con un giro : jugo de jalapeño encurtido.
Un ingrediente que podría parecer secundario, pero que redefine el cóctel más emblemático del tequila. El resultado es una experiencia sensorial que despierta los sentidos: el picante entra con sutileza, aporta carácter, seduce sin abrumar y deja una estela de calor sofisticado en el paladar.
Aquí no hay modas pasajeras, hay una declaración de estilo. El tradicional equilibrio entre tequila, triple sec y lima ahora se eleva con ese brine especiado y salino, logrando un balance perfecto entre frescura y audacia. Es el tipo de picante que conquista: intenso pero elegante, diseñado para paladares que buscan algo más.
La receta que se ha vuelto viral entre las cuentas de coctelería más cool sugiere un twist sencillo : añade tres cuartos de onza de jugo de jalapeño encurtido al shaker y verás cómo la margarita abandona lo predecible. Así, se convierte en el cómplice ideal de un brunch frente al mar o en la apertura de una noche de verano con dresscode relajado y labios rojos.
Servida en una copa escarchada con sal de chile, coronada con una rodaja de jalapeño o una flor comestible, esta margarita se convierte en la protagonista de cualquier velada.
¿Prefieres evitar el alcohol? La versión mocktail con agua mineral o ginger beer mantiene toda la personalidad y frescura sin perder ese toque atrevido que define la tendencia.
En Miami, ciudad donde el calor y la mezcla de culturas son una forma de arte, esta margarita picante encaja con naturalidad. Porque no se trata solo de lo que bebes, sino de cómo lo haces: con espontaneidad, con intención, con sabor.
