La revolución de Ozempic, un medicamento diseñado para tratar la diabetes tipo 2 y ahora popularizado como herramienta para la pérdida de peso, no se detiene. Su ingrediente activo, la semaglutida, ha transformado la silueta de miles de personas en tiempo récord. Pero con la rapidez de estos cambios corporales han surgido nuevos fenómenos estéticos que muchos no esperaban, como el ya famoso “Ozempic Face” y, más recientemente, el llamado “Ozempic Butt”.

Este término se refiere a la pérdida de volumen, tono y firmeza en los glúteos tras un adelgazamiento acelerado. Lo que comienza como una celebración por haber alcanzado el peso deseado puede convertirse en una sorpresa estética: glúteos más planos, piel menos elástica y una sensación de “vacío” en una de las zonas más icónicas del cuerpo femenino.
¿Por qué sucede el Ozempic Butt?
El fenómeno no es exclusivo de Ozempic; más bien es el resultado natural de perder peso de forma rápida y significativa. Los glúteos están formados por una combinación de grasa subcutánea y masa muscular. Cuando se reduce la grasa corporal drásticamente, esta zona pierde su soporte interno. Sin un entrenamiento de fuerza adecuado, el músculo glúteo también se atrofia, acentuando la pérdida de redondez y firmeza.
Además, la piel tiene una capacidad limitada para adaptarse a los cambios bruscos. Si la pérdida de peso es demasiado acelerada o si la persona tiene factores como edad avanzada, genética desfavorable o años prolongados con sobrepeso, la piel puede quedar flácida al no poder retraerse a tiempo. Esto es especialmente visible en zonas como los glúteos, donde la tensión natural de la piel es clave para su apariencia juvenil.
El resultado: glúteos planos, con posible caída de la piel y un contorno menos definido.

¿Es reversible el Ozempic Butt?
La buena noticia es que sí, aunque requiere un enfoque integral. La combinación de ejercicio, nutrición, cuidados estéticos y, en algunos casos, intervenciones médicas o quirúrgicas puede devolver forma y vitalidad a la zona.
Entrenamiento de fuerza
Los ejercicios enfocados en los glúteos son esenciales. Sentadillas, peso muerto, zancadas, hip thrusts y movimientos con bandas de resistencia ayudan a reconstruir el músculo perdido, mejorando el volumen y la proyección natural de los glúteos.
Nutrición estratégica
Un plan nutricional rico en proteínas favorece la síntesis muscular y ayuda a que la piel recupere elasticidad. Vitaminas como la C y minerales como el zinc y el cobre son aliados en la producción de colágeno.
Tratamientos estéticos
En el universo de la medicina estética, existen soluciones no invasivas que pueden estimular la producción de colágeno y elastina en la piel, como los ultrasonidos focalizados y la radiofrecuencia. También están los biorellenadores como Sculptra o Radiesse, que dan un efecto de lifting y volumen sutil. Para quienes buscan resultados más impactantes, dispositivos como Emsculpt Neo combinan tecnología electromagnética con radiofrecuencia para tonificar el músculo y reducir la flacidez.
Cirugía plástica
En casos extremos de exceso de piel, el lifting de glúteos o un aumento con transferencia de grasa (lipofilling) pueden devolver la forma perdida. Sin embargo, estos procedimientos requieren una evaluación cuidadosa por parte de un cirujano experimentado.