Tras una pausa de casi dos meses, Taylor Swift volvió a los escenarios y lo hizo por todo lo alto en Miami. El Hard Rock Stadium fue el escenario del primero de tres conciertos completamente sold out, y la emoción en el ambiente se sentía desde el primer momento. Desde nuevos atuendos hasta canciones sorpresa, la primera noche del Eras Tour en Miami fue, sin duda, inolvidable.
Taylor Swift abrió el espectáculo con energía y un mensaje claro para su público: «¡Miami, estamos de vuelta!». La cantante, visiblemente emocionada, agradeció el calor y la pasión de los 61,000 fanáticos presentes. Este concierto marcó el inicio de la última etapa de su gira, y la ciudad la recibió con una ovación ensordecedora que dejó claro que Miami es uno de los destinos favoritos de la artista.
Aunque el día comenzó nublado y con algo de viento, la lluvia no se hizo presente hasta el inicio de la era Fearless. Las primeras gotas cayeron mientras Swift cantaba la icónica línea: «There’s somethin’ bout the way/ The street looks when it’s just rained”. Lejos de ser un inconveniente, la lluvia fue motivo de celebración. «Puedo declarar oficialmente este concierto como un rain show,» dijo Swift, haciendo referencia a lo que ya es una tradición en sus conciertos al aire libre.
El regreso de Taylor no solo vino cargado de energía, sino también de novedades en su vestuario. Durante la noche, Swift sorprendió a todos con cuatro nuevos atuendos. Para la era Fearless, lució un vestido plateado con flecos y detalles en forma de mariposa. Sin embargo, lo que realmente dejó a los fanáticos boquiabiertos fue su nuevo outfit de la era Reputation: un bodysuit dorado y plateado, con un diseño renovado de la icónica serpiente que ha marcado esa era.
Además, presentó un vestido de dos colores, rosa y azul, durante el set acústico de canciones sorpresa, generando rumores entre los fans de que podría ser una pista hacia futuros mashups. Finalmente, su vestuario para la era Midnights también tuvo ligeros cambios, con menos lentejuelas y más detalles personalizados en el bordado.
Durante la era Red, Swift protagonizó uno de los momentos más dulces de la noche al interpretar «22». Como es tradición en sus conciertos, se acercó al final de la pasarela para entregar su icónico sombrero negro a una fan afortunada. En esta ocasión, la elegida fue una niña que no pudo contener su emoción al recibir el regalo y un abrazo de la estrella.
Desde el inicio del concierto, quedó claro que Miami dejó una fuerte impresión en Swift. Después de interpretar “Champagne Problems”, el público le regaló una ovación de pie que duró más de dos minutos, un momento que Swift describió como uno de los más especiales de la noche. «El volumen con el que están cantando cada una de estas canciones es asombroso,» dijo Swift, visiblemente emocionada.