Con la autenticidad como bandera, el artista mexicano Tony Mils da un paso firme en su carrera con Escribí esto para ti, su primer álbum de estudio. Aunque ya había iniciado su camino musical con varios sencillos, este proyecto marca su debut formal como artista, y nos invita a recorrer, junto a él, una línea del tiempo emocional tejida desde la vulnerabilidad.
El álbum nace desde la honestidad más profunda: el artista lo pensó como una guía para quienes han amado, perdido o están aprendiendo a amarse a sí mismos. Comienza con canciones dedicadas al amor propio, atraviesa el enamoramiento y llega al dolor del desamor, tocando cada etapa como si fuera un capítulo universal. “Quería que quien lo escuche sienta que no está solo”, confiesa.
En tiempos donde la sensibilidad masculina aún enfrenta estigmas, producciones como esta llegan para hacer una declaración urgente y necesaria: “los hombres también sentimos, también lloramos”, asegura. Esa franqueza ha conectado con el público: temas como Dinosaurios se han convertido en himnos románticos, mientras que Sigo Adelante retrata con crudeza las renuncias personales detrás de una carrera artística.
Aunque viene de una familia enfocada en el mundo empresarial —su padre, el reconocido empresario Marco Antonio Slim Domit, su madre, Ximena Serrano, y su abuelo, el magnate Carlos Slim — el artista mexicano ha sabido canalizar esa formación hacia su carrera musical. Esa visión lo ha llevado a tomar decisiones estratégicas que hoy lo acercan más a sus sueños, como su próxima gira por México y futuras presentaciones en ciudades clave como Miami.
Sin duda es un artista que sigue demostrando que está aquí para quedarse, una muestra de ello es haber sido el opening act de Marc Anthony durante el Festival Starlite Occident, que marcó un hito en su carrera: “Fue como cumplir un sueño de infancia”, dice sobre esa experiencia que, además, le permitió comenzar una amistad con uno de sus ídolos.
Escribí esto para ti no solo representa su debut discográfico, sino también una declaración de principios. Es el reflejo de un artista que no teme mostrar su lado más humano, y que cree en la música como un puente para acompañar, sanar y conectar.
