El bailarín y coreógrafo profesional Dustin Ripkens, tiene mucho para ofrecer. Nacido en Alemania en 1989, vivió allí hasta 2009 para mudarse luego al Reino Unido donde se convirtió en uno de los mejores estudiantes en el Performers College, uno de los colegios de danza y teatro musical más prestigiosos del país, donde entrenó a tiempo completo durante tres años en los principales estilos de baile. Fue allí donde recibió el «Premio al Mejor Hombre» al graduarse en el 2012.
Ya desde pequeño, su pasión por el arte lo llevó a incursionar en la danza y en la actuación. Cuando estaba en la escuela secundaria, creó un grupo de baile llamado «Dark Flames» con el que realizaba actuaciones en todas las festividades escolares, en las bodas, cumpleaños o donde sea que lo llamaran.
Siempre se caracterizó por ser una persona muy trabajadora y positiva al emprender cualquier tipo de nuevo proyecto. Siendo tan solo un adolescente, a los 15 años, comenzó a dar clases de hip hop y de jazz a otros jóvenes además de baile aeróbico a adultos en gimnasios de su ciudad. «Si me fijo una meta, hago lo que sea necesario para que suceda. Al mismo tiempo, me enorgullezco de ser cariñoso, comprensivo, de mentalidad comunitaria. Me gusta viajar por el mundo. Soy un bailarín muy versátil lo que me permite crear y contribuir a muchas comunidades diferentes dentro de la industria como bailarín y coreógrafo profesional», asegura.
Mientras estuvo en la Universidad, fue uno de los bailarines principales que siempre era seleccionado para diferentes presentaciones tal como ocurrió con «Move it», un evento de danza donde todas las universidades y escuelas de danza de Inglaterra presentan el trabajo de sus alumnos más destacados.
Pero los triunfos no llegaron por si solos. Dustin es una persona muy responsable, pues siempre se toma muy a pecho su trabajo. Es el primero en llegar a los ensayos y el último en irse, ya que se asegura que todo esté en orden a cada minuto. «Estoy dispuesto a crecer a través de lo incómodo para evolucionar como artista y como humano. No le tengo miedo a los desafíos y mi mentalidad de crecimiento me permite navegar bien en mi carrera», nos cuenta. Como nunca deja de aprender, se entrenó en todo tipo de bailes, además de los tradicionales tales como el étnico, el latino, bailes de los años 20, swing y danza por parejas, entre otros.
Uno de sus más grandes logros es la posibilidad de aprender siempre habilidades nuevas en poco tiempo. Esto lo llevó a impulsar su carrera abarcando diferentes géneros lo que le abrió muchas puertas tales como trabajar en la televisión, realizar giras alrededor del mundo y actuar en grandes empresas como Universal Studios y Disneyland California Adventure. Además, trabajó como bailarín principal en una gran cantidad de obras musicales tales como Mystic India: The World Tour y LA Follies, de las cuales se siente muy orgulloso. Su trabajo como líder y en la organización tras bambalinas fue y es algo por lo cual siente una gran satisfacción. «Asumir estos diferentes roles satisface mi espíritu creativo y me desafía a perfeccionar otras habilidades como la comunicación efectiva, la buena gestión de la dinámica de grupo y la colaboración de liderazgo».
No conforme con todo lo que había realizado, también incursionó en Universal Studios Hollywood, LA Choreographers & Dancers y Rise of a Nation. Fue modelo de acondicionamiento físico para BechBody on demand y también juez en el Concurso Internacional de Danza Latin Mirage en el panel de jueces de 2018, el 5 y el 6 de mayo pasados en el Carson Event Center en Carson, California. Su curriculum es impresionante y aún no se conforma….va por más y piensa que no hay un límite.
Su carrera y su relación con la audiencia
«A lo largo de mi carrera, a menudo me han etiquetado como el favorito de la audiencia por mi calidad de interpretación y habilidades para contar historias. La danza es mucho más que movimiento. Quieres transmitir emociones, sentimientos y contar una historia a través de tu rostro y la forma en que te mueves», afirma.
Dustin tiene una relación muy estrecha con el público, pues cuenta con una gran capacidad y es un ser auténtico que pone el corazón en todo lo que hace. «Confío en mi capacidad para retratar con autenticidad el estilo que estoy interpretando y, al mismo tiempo, involucrar a la audiencia para hacerles sentir que son parte de la actuación», nos cuenta.
Ripkens se siente cómodo en cualquier lugar en el que deba trabajar, siempre en pos de lo que le gusta a la audiencia. «Me siento cómodo siendo tanto un líder como un jugador de equipo. Valoro ser profesional y ser útil para cualquier producción no solo por mi talento, sino por la energía positiva y la buena moral que aporto a cualquier equipo del que formo parte».
Su amor por la danza y sus logros
Desde muy pequeño, Dustin sintió ese amor por el baile y la pasión lo acompañó desde entonces. Siempre adora el efecto que la danza tiene en las personas, «ver a la gente sonreír porque disfruta de tu actuación hace que todo valga la pena». Para él la danza es algo terapéutico, pues le brinda una sensación de transportarse a un mundo mágico donde el tiempo se detiene y la emoción y alegría que siente lo envuelve. Ripkens asegura que su logro más importante fue el de poder agradecerle a la comunidad por medio de diferentes retribuciones con su arte.
La pandemia y la imposibilidad de salir de casa no frenó al bailarín quien no perdió el tiempo y se dedicó a enseñarle baile 5 veces por semana a un grupo de 60 personas para ayudarlos a crear un estilo de vida mucho más saludable, por medio de prácticas de bienestar y todo tipo de consejos sobre nutrición. «Brindar entrenamiento útil, aliento y también un sentido de conexión solidaria durante un momento tan difícil, ha sido una recompensa increíble».
Sus sueños a futuro
Allá por 2018, Dustin tuvo la oportunidad de trabajar con Anthony Thomas, el coreógrafo del baile icónico de Janet Jackson para «Rhythm Nation». Durante unos meses pudo aprender todos los secretos de su baile y todo lo que debía conocer para obtener los mejores resultados. Sin embargo, algo que aún tiene en mente y que es uno de sus sueños más preciados, es algún día trabajar con la propia Janet en alguna coreografía.
Sin embargo, está seguro que muchos de sus sueños y deseos se están cumpliendo o ya se cumplieron como la posibilidad de viajar por todo el mundo gracias a su arte y así conocer nuevas culturas. «Tengo la suerte de poder viajar por todo Estados Unidos visitando más de 30 estados en cinco años y así conocer gente de todas las culturas. También viajé a muchos lugares en Canadá, Inglaterra, Sudáfrica y Alemania. Es fascinante cómo la danza es un lenguaje universal. No importa a dónde vayas, incluso si no tienes nada en común, la danza puede conectar y unir a las personas».