Escrito por Luisa Rangel
María del Cisne es más que una profesional en su campo; es una pionera que ha decidido abrir caminos para otras mujeres en un oficio tradicionalmente dominado por hombres. Como creadora y CEO de Miami Moving, su visión clara y su corazón comprometido van más allá de su carrera: busca brindar un espacio donde las mujeres puedan encontrar su lugar y desarrollarse plenamente en este sector. Además, su labor está profundamente enfocada en ayudar a familias inmigrantes, comprendiendo los desafíos únicos que enfrentan y ofreciéndoles el apoyo necesario para construir un futuro sólido en su nuevo hogar.

María, como inmigrante, ¿qué desafíos enfrentaste al llegar?
Desde que llegué, gracias a Dios, he tenido la bendición de trabajar en lo que realmente es mi pasión: las mudanzas. Llevo más de 20 años en la industria de las mudanzas ya sea mudanzas residenciales, comerciales, o de eventos. Sin embargo, uno de los mayores desafíos que enfrenté al inicio fue el hecho de ser mujer en un rubro dominado por hombres.
Me llama la atención lo que dijiste sobre tu pasión por las mudanzas. ¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
Lo que más disfruto es ver la cara de las personas que ayudo a mudarse. No tiene precio. Mudarse puede ser una experiencia muy estresante, tanto económicamente como emocionalmente, pero cuando veo que puedo aliviar parte de esa carga y ayudar a las personas a empezar un nuevo capítulo en sus vidas, eso me llena de satisfacción. He mudado todo tipo de hogares, clínicas, hangares de aeropuertos y hasta eventos tan importantes como la Formula 1. Ser parte de esos momentos tan importantes en la vida de alguien es un privilegio.
A lo largo de los años, has visto muchas situaciones difíciles en las mudanzas, como cuando las personas tienen que dejar todo atrás. ¿Cómo manejas esos momentos más duros?
Siempre trato de ayudar, no solo económicamente, ofreciendo soluciones más asequibles, sino también emocionalmente. A menudo bromeo diciendo que, además de hacer mudanzas, soy una especie de psicóloga, porque le doy ánimo a las personas y trato de enfocarme en lo positivo. Siempre digo que no soy parte del problema, sino de la solución. Cuando alguien enfrenta una situación difícil, mi enfoque es en cómo podemos hacer que la mudanza sea lo menos dolorosa posible, recordándoles que Dios nunca te quita algo sin darte algo mejor a cambio.
Has mencionado que equilibrar tu pasión y tu familia ha sido un desafío. Cuéntanos más sobre esa experiencia.
Para mí, ha sido un orgullo y una lección de vida aprender a levantarme una y otra vez, incluso en los momentos más difíciles. En 2005, cuando nació mi segunda hija con un problema cardíaco, me dijeron que venía con la mitad del corazón y no sabían si sobreviviría. Fue un proceso muy duro, con muchas cirugías y mucha espera. Mi hija estuvo en la lista de espera para un trasplante durante 11 años, y durante ese tiempo vivimos momentos muy difíciles. Pero Dios nos ayudó, y finalmente, en diciembre de 2016, pudo recibir su trasplante. Hoy está sana, y estoy muy agradecida por eso.
Esa situación me impulsó a fundar mi compañía, mi objetivo fue crear una empresa que marchara sin mí, y poder estar con mi familia cuando lo requería. Mi hija fue una motivación enorme para seguir adelante, y aunque fue muy duro, hoy en día ella está bien, y eso es lo más importante para mí.

Además de ayudar a las personas con sus mudanzas, también ayudas donando los muebles que ya no necesitan. ¿Cómo comenzó esa iniciativa?
Gracias a mi trabajo, he tenido la oportunidad de conocer a muchas personas de diferentes estratos sociales. Hace años, me di cuenta de que, en este país, donde el consumismo es tan fuerte, la gente solía regalar muebles en buen estado que ya no necesitaban. Empecé a guardar esos muebles en un storage y a correr la voz entre personas y fundaciones que podrían necesitarlos. Con el tiempo, me he vuelto un puente entre aquellos que quieren donar y aquellos que necesitan. He ayudado a más de 100 familias a amoblar sus hogares con cosas que de otro modo habrían sido desechadas.
¿Cómo defines el éxito para ti y tu compañía?
Para mí, el éxito no es tener muchos camiones o colaboradores, sino que la empresa pueda operar con la misma calidad y profesionalismo sin mi presencia directa. Mi meta es que Miami Moving siga adelante con la misma dedicación, compromiso y valor en el servicio incluso cuando yo no esté. Además, quiero seguir impulsando la participación de mujeres en este rubro, demostrando que podemos hacer trabajos que tradicionalmente se consideraban “de hombres”.
¿Qué mensaje le darías a las personas sobre la importancia de volcar sus profesiones en el servicio a la sociedad?
Mi mensaje es que crean en ustedes mismos, pero también que recuerden la importancia de ayudar a los demás. Cuando das sin esperar nada a cambio, el universo te lo devuelve con crecimiento. El éxito y la felicidad no se persiguen; se encuentran en uno mismo cuando actuamos con generosidad y humildad.
Creo firmemente en ayudar a las familias que más lo necesitan, ya sea que vengan de otros estados o países. Nunca olvidemos de dónde venimos, y que siempre podemos hacer algo para mejorar la vida de los demás.