Ella es una de las figuras más destacadas de la comunicación hispana en los Estados Unidos. Con una carrera que ha sido testigo de la evolución de los medios de comunicación, desde la televisión tradicional hasta la era digital, Pamela no solo se ha consolidado como una figura respetada, sino también como una fuente de inspiración para las nuevas generaciones. A continuación, conversamos con ella sobre sus inicios, su responsabilidad como referente para la comunidad hispana y su visión sobre el empoderamiento de la mujer.
¿De dónde viene tu pasión por la comunicación y cómo fueron tus primeros años en este medio?
Desde pequeña, al emigrar, me enamoré del poder de los medios, especialmente la televisión, que se convirtió en un puente para conectarme con mi familia en mi país natal. Para mí, la televisión no solo era entretenimiento, sino un vínculo entre comunidades, países y familias. Mi interés por el periodismo comenzó en la universidad, inicialmente enfocado en el periodismo escrito, pero un profesor me orientó hacia la televisión, y fue allí donde descubrí mi verdadera pasión.
¿Qué responsabilidad sientes al representar a la comunidad hispana y ser un ejemplo para las mujeres?
Siempre quise trabajar en medios hispanos, aunque mi educación fue mayormente en inglés. Sentía una responsabilidad con mi comunidad, de contar historias desde mi propia experiencia. A veces no estamos lo suficientemente representados, y creo que es crucial tener voces que defiendan nuestras necesidades, tanto en medios hispanos como fuera de ellos. Por eso debemos seguir luchando por más representación en todos los ámbitos.
Hoy vivimos una era de transformación digital. ¿Cómo ves el panorama actual de los profesionales de la comunicación, considerando la abundancia de plataformas digitales y el flujo constante de información?
Aunque la esencia del periodismo sigue siendo la misma—reportar la verdad, servir a la comunidad y ser vigilantes de la información—hoy se hace fundamental verificar la veracidad de lo que se difunde. Los medios tradicionales deben ajustarse a estos cambios, y la confianza del público en los presentadores es clave. Mantener la credibilidad y cuidar la reputación personal son esenciales en un entorno saturado de voces e influencias.
¿Te parece que ahora es más fácil o más difícil alcanzar éxito y reconocimiento en el mundo de los medios?
Creo que siempre ha sido difícil. Ganarse la confianza del público no es algo que suceda de la noche a la mañana, y no importa cuántos años tengas en el medio. El éxito no es solo una cuestión de visibilidad; se trata de ser ético, disciplinado y respetuoso con la audiencia. La clave es la constancia, el trabajo arduo y la humildad para aprender y mejorar continuamente.
Has tenido la oportunidad de ocupar posiciones de poder, como en tu visita a la Casa Blanca. ¿Qué mensaje consideras crucial sobre el empoderamiento de la mujer latina hoy en día en los Estados Unidos?
A pesar de los avances, aún tenemos mucho camino por recorrer. Es vital que las mujeres latinas se apoyen mutuamente. Me siento agradecida por las mentoras que tuve, mujeres que siempre estuvieron dispuestas a darme un consejo o ayudarme a crecer profesionalmente. Creo que el éxito de la mujer va más allá de nuestras propias carreras: es importante abrir el camino para las demás. Por eso, necesitamos más mujeres que aboguen por otras y que colaboren para fortalecer nuestra presencia en todas las industrias.
¿Cómo nace la beca Pamela Silva Conde y qué esperas lograr con ella?
Hace 10 años creé una beca para estudiantes de la Universidad Internacional de la Florida, dirigida a aquellos que son los primeros en su familia en graduarse. El objetivo es romper ciclos familiares y generar un cambio generacional a través de la educación. Al apoyar a estos jóvenes, no solo les damos una oportunidad, sino que también inspiramos a otros en su familia a seguir su ejemplo. Hemos beneficiado a 37 estudiantes, y verlos convertirse en profesionales es una gran satisfacción.
En tu opinión, ¿cuáles son los tres ingredientes esenciales para que una mujer llegue a la cima de cualquier industria?
Para mí, la disciplina, la confianza en uno mismo y la felicidad son fundamentales. La disciplina es clave porque el éxito no llega de inmediato. La confianza en una misma es esencial para empoderar a otras mujeres sin opacarlas. Y la felicidad, aunque a veces intangible, es vital: sin disfrutar el proceso, nunca alcanzas la meta. La felicidad es una decisión diaria, y aprender a disfrutar cada paso es crucial.
Finalmente, ¿cómo logras equilibrar una carrera exitosa con tu vida personal y familiar?
El amor propio es fundamental. Como profesionales y madres, es esencial darnos tiempo para cuidarnos. No podemos ser buenas en esos roles si no nos sentimos bien con nosotras mismas. En cuanto a cerrar ciclos, es importante tomar decisiones cuando sentimos que estamos estancadas, sin miedo de decir «este ciclo terminó» y abrirnos a nuevas oportunidades. El balance radica en saber cuándo priorizar lo personal y cuándo enfocarnos en lo profesional.