Aprende a identificar cuáles son los lunares peligrosos en tu piel

Todos tenemos lunares. Son marcas comunes en la piel que, si se mantienen dentro de lo que podemos llamar «estándar» y bajo los parámetros normales, no revisten ningún tipo de cuidado. Pero hay otros que presentan ciertas características que pueden ser un indicio de cáncer de piel o melanoma y son esos a los que hay que vigilar. 

A continuación te contaré qué cosas debes tener en cuenta para identificar un lunar peligroso en tu piel y que quizá te ayudará a tomar los cuidadoss necesarios, ¡sigue leyendo!

Presta atención a su tamaño

Los lunares que no son peligrosos para la salud miden aproximadamente un centímetro de diámetro (esto es aproximadamente media pulgada). Si notas que alguno de tus lunares tiene un tamaño mayor a ese o que crece en forma desmedida, será mejor que consultes con un dermatólogo para descartar cualquier signo de melanoma o cáncer de piel. 

Su forma no es simétrica

Ten presente siempre esto, los lunares inofensivos presentan una forma de esfera o círculo que puede dividirse perfectamente por la mitad. En cambio, los lunares que son potencialmente peligrosos por lo general son asimétricos y es muy difícil trazar una línea en el centro que los divida en partes iguales.

Presta atención si ves un lunar que antes no estaba allí

Los lunares puede decirse que crecen con nosotras. El problema surge cuando uno de ellos hace su aparición de un día para el otro. Si sucede esto no pierdas tiempo y visita al dermatólogo para que te realice los exámenes pertinentes. 

Sus bordes son irregulares o no están definidos

Esto es muy importante que lo tengas en cuenta. Si el lunar no tiene un borde definido y es como que «se esfuma» en los bordes, es importante que te hagas revisar por el médico. Los lunares que no son peligrosos tienen un borde bien definido que lo distingue del resto de tu piel. 

Observa bien su color

Los lunares que son benignos tienen un tono homogéneo en toda su superficie. Por ejemplo pueden ser marrones o negros. Si notas todo lo contrario, es decir que un lunar muestra una gran diversidad de colores en su superficie, pide una consulta con un dermatólogo, pues puede ser cancerígeno. 

Cuáles son los síntomas que presenta un lunar cancerígeno

Además de lo que describí anteriormente, los lunares malignos pueden presentar otros síntomas que deberían encender una luz de alarma en ti. Presta atención si hay sangrado, picazón, dolor o inflamación, pues puede tratarse de una mala señal. 

También deberás estar atenta a los antecedentes familiares. Si alguien de tu familia padece de melanoma o de cáncer de piel, es importante que visites al dermatólogo todos los años para hacerte un chequeo. No tengas miedo, pues muchas veces con prevenir ya es más que suficiente.

Ya lo sabes, en el caso de que notes algo extraño con algunos de tus lunares, no dudes en pedir una cita con tu dermatólogo de confianza. Seguramente él te realizará todos los controles necesarios para descartar cualquier problema y puedas recibir el tratamiento necesario a tiempo.