Escrito por Luisa Rangel
El Dr. Romualdo “Peter” Segurola Jr., es una figura destacada en el campo de la cirugía cardíaca y torácica. Con una formación impresionante, y múltiples certificaciones en cirugía general, cuidados críticos quirúrgicos y cirugía torácica, quien ha dedicado su carrera a mejorar la atención cardíaca en el sur de Florida.
Su compromiso con la innovación y la educación lo ha llevado a ocupar roles claves, como Director Médico del Instituto del Corazón en el Palmetto General Hospital, Jefe de Cirugía Cardíaca en el Jackson Memorial Hospital, y, más recientemente como Director de Cirugía Cardíaca de HCA Healthcare, Aventura Hospital y Kendall Hospital.
Además de sus funciones clínicas, ha sido un ferviente defensor de la investigación y la formación médica, participando en ensayos clínicos y formando a futuros cirujanos en instituciones prestigiosas como la Rutgers University, Yale University, Universidad de Miami y Universidad de Minnesota.
Originario de Cuba y profundamente arraigado en la comunidad de Miami, no solo ha transformado el campo de la cirugía cardíaca, sino que también ha demostrado un compromiso inquebrantable con el bienestar de sus pacientes y su comunidad.
Para empezar, ¿puede contarnos un poco sobre su trayectoria académica y profesional?
Mi experiencia incluye 11 años de entrenamiento especializado y 22 años en práctica clínica. Inicié mi formación en la Universidad de Yale, donde también participé en investigaciones. Después terminé la formación de cirugía general en la Universidad de Rutgers. Más tarde, completé un año en trauma y cuidados intensivos en la Universidad de Miami y cuatro años en cirugía torácica en la Universidad de Minnesota.
Regresé a Miami en 2004 y me uní al Mercy Hospital, donde desarrollé el programa de cirugía cardíaca y fui jefe de la división durante 2 años. Posteriormente, asumí el cargo de jefe de cirugía del Instituto del Corazón del Palmetto General Hospital por once años, y jefe de cirugía en el Jackson Health System por cinco años, la cadena hospitalaria más grande del sur de Florida.
A lo largo de mi carrera, he estado profundamente comprometido con la comunidad del sur de la Florida, donde estoy orgulloso de contribuir con mis habilidades y experiencia, especialmente en el ámbito de la cirugía cardíaca y torácica.
¿Cómo ve el futuro de la medicina, especialmente con los avances en tecnología y la inteligencia artificial? ¿Cómo cree que estos cambios afectarán a los pacientes y a la profesión médica?
La inteligencia artificial y la tecnología están avanzando a pasos agigantados y ofrecen enormes oportunidades para mejorar los procedimientos médicos, especialmente en técnicas mínimamente invasivas. Sin embargo, lo fundamental es la colaboración entre cirujanos y cardiólogos, así como el acceso a recursos económicos que faciliten estos avances. La tecnología es una herramienta poderosa, pero nunca reemplazará el toque humano y el juicio clínico de un médico. Es vital que mantengamos el enfoque en el paciente y en la personalización del tratamiento, algo que la tecnología por sí sola no puede ofrecer.
Hablando del toque humano, ¿qué significa para usted hacer una diferencia en la vida de sus pacientes? ¿Cómo se siente al ver el impacto positivo de su trabajo?
Ver a un paciente recuperarse y regresar a su vida cotidiana es lo más gratificante. No hay mayor orgullo que entregar a una persona sana y feliz a su familia, sabiendo que pude contribuir a su bienestar. Aunque la tecnología y los avances médicos son cruciales, el aspecto emocional y humano de la medicina es lo que realmente marca la diferencia. Poder ofrecer a una persona la oportunidad de disfrutar de su vida y de su familia es lo más valioso para mí.
Hablemos de lecciones, ¿qué lecciones ha aprendido de sus pacientes a lo largo de su carrera?
Tengo una historia que recuerdo con cariño, había un anciano cuya condición era muy delicada. Yo le ofrecí la opción de una cirugía, pero él, con gran sabiduría, me mostró un papelito que llevaba consigo. En el papelito estaba escrito: «Es mejor ser un perro vivo que un león muerto». Este simple pero profundo mensaje me enseñó una lección invaluable.
A pesar de ser un cirujano experimentado, entendí que a veces lo más sabio no es intervenir, sino respetar las decisiones del paciente y evaluar la situación con cuidado. La lección que aprendí de este anciano fue que, en la vida y en la medicina, a veces no hacer nada es mejor que arriesgarlo todo por un resultado incierto. A veces, es preferible mantener la estabilidad y evitar complicaciones innecesarias.
¿Por qué cree que es importante que cada uno de nosotros, independientemente de la industria en la que nos encontremos, tengamos una vocación de servicio y de ayuda hacia la comunidad?
Pienso que todo se basa en las experiencias personales de cada uno y sus familias. Permítame compartir mi experiencia personal. Mi familia enfrentó la desgracia de perder a mi padre cuando yo tenía entre 17 y 18 años. Mi madre era una mujer dedicada que limpiaba casas y cuidaba ancianos, y su único objetivo era asegurarse de que sus tres hijos tuvieran una educación, a pesar de las dificultades y la falta de recursos. No teníamos seguro y, como muchas familias en situaciones similares, enfrentar una enfermedad o un accidente sin recursos es una experiencia dura. A través de mi experiencia, pude aprender la importancia de aportar lo mejor que puedo a las familias, brindándoles el mejor cuidado y sabiduría posible. Agradezco a Dios por la fe y la perseverancia de mi madre, que nos permitió superar esos momentos difíciles.
Ha sido pionero en diferentes procedimientos tanto mínimos como avanzados. ¿Puede contarnos sobre los avances más significativos en el campo de la cirugía cardíaca?
Uno de los avances más importantes en la revascularización conocido como el bypass es la extracción de venas con una incisión de solo 1 cm, en lugar de abrir completamente la pierna, reduciendo el riesgo de infección y acelerando la recuperación. Además, ahora existen opciones menos invasivas para reemplazar válvulas cardíacas, con incisiones más pequeñas y una recuperación más rápida.
La prevención y la educación son cruciales en el cuidado de la salud. ¿Cómo cree que podemos mejorar en estos aspectos, especialmente en comunidades inmigrantes donde a menudo la prioridad es simplemente poner comida en la mesa?
La prevención es esencial y, a menudo, la primera línea de defensa contra las enfermedades cardíacas. La educación sobre cómo llevar un estilo de vida saludable, detener el consumo de tabaco y adoptar una dieta equilibrada es fundamental. Sin embargo, en comunidades con recursos limitados, es un desafío. La educación debe ser accesible y comprensible, y los programas de prevención deben adaptarse a las necesidades y realidades de estas comunidades. La tecnología, como los dispositivos de monitoreo de frecuencia cardíaca y presión arterial, también juega un papel importante en la educación continua sobre la salud.
¿Ha enfrentado algún reto en su carrera o en su vida personal relacionado con su profesión?
Claro, uno de los grandes desafíos es mantener el equilibrio entre la vida profesional y la personal. Las complicaciones que enfrentamos, como la pérdida de pacientes o complicaciones graves, pueden tener un impacto emocional muy grande. Para nosotros, tener una red de apoyo sólida es crucial. La estabilidad emocional que proporciona la familia y los amigos es esencial para superar estos momentos difíciles. Es fundamental ser honesto con uno mismo y reconocer cuándo necesitamos apoyo.
Para finalizar, ¿cuáles son sus grandes proyectos o metas en su carrera profesional?
Estoy trabajando en un proyecto para mejorar la colaboración entre los hospitales del sistema HCA en la región. La idea es crear un sistema de colaboración que permita compartir recursos y conocimientos entre diferentes instituciones. Esto no solo mejorará la atención que ofrecemos, sino que también facilitará el acceso a tratamientos avanzados para los pacientes. Aunque puede haber competencia entre hospitales, la colaboración es clave para proporcionar la mejor atención posible.