Escrito por : Luisa Rangel
Elda Silva, una empresaria en el mundo de la belleza y un ejemplo de perseverancia y pasión. Originaria de Cuba, Elda llegó a los Estados Unidos con el sueño de construir un futuro lleno de oportunidades. Su amor por el arte de la belleza la llevó a abrir su propio estudio en Miami, un espacio que combina elegancia y naturalidad en cada tratamiento, y que hoy es reconocido por su enfoque único y la dedicación que ella y su equipo brindan a cada clienta.
Hablemos un poco de tu carrera y el estudio que tienes ahora en Miami. ¿Cuál crees que ha sido la clave para convertirte en una líder en la industria?
Para mí, el primer principio es amar lo que hago. Sé que suena cliché, pero cuando realmente trabajas de corazón, los resultados se ven. Segundo, el equipo de trabajo es fundamental. Mi negocio es como mi familia, paso más tiempo en el estudio que en casa, así que, para mí, todos aquí son parte de esa familia. De hecho, mi mánager estudió conmigo en la escuela y hemos crecido juntas. Además, siempre me ha gustado compartir mis conocimientos con otras mujeres. Lo que he aprendido y me ha servido para transformar mi vida, lo comparto para que otras mujeres también puedan lograr sus sueños.
¿Cuáles son los servicios que ofreces en tu estudio y qué te diferencia en una industria tan competida?
Empecé con cejas, pero poco a poco fui incorporando más servicios. Hoy en día ofrecemos desde micropigmentación y extensiones de pestañas hasta tratamientos con láser, Botox y fillers. Lo que nos distingue es el enfoque natural; en mi estudio buscamos que los resultados se vean delicados, elegantes y que cada persona conserve su esencia. Mis clientas quieren sentirse bellas sin que el cambio sea evidente o exagerado, y eso es lo que nos diferencia.
¿Qué significa para ti ser una mujer en la cima y cómo crees que esta historia puede inspirar a otras mujeres?
Para mí, ser una mujer en la cima significa encontrar balance. En mi caso, combino ser mamá, empresaria y esposa, algo que muchas mujeres sienten que deben sacrificar por su carrera. Pero el balance es posible, y eso es éxito para mí. Mi negocio recibió un premio por alcanzar el millón de dólares en ventas, algo que logré mientras mantenía mi vida familiar activa y plena. Este balance es clave para mi éxito y puede ser inspirador para otras mujeres que también buscan el equilibrio.
¿Cuáles son esos hábitos personales y profesionales que mantienes para asegurar la satisfacción de tus clientes y mantener el equilibrio?
Primero, siempre escucho a mis clientas para entender sus necesidades y deseos. No hago lo que yo quiero; lo importante es que ellas se sientan cómodas y felices con el resultado. También dedico tiempo a cuidar de mí misma, y pasar tiempo con mi familia.
¿Cuál ha sido el mayor reto en este camino?
El mayor reto ha sido no conformarme nunca. Creo que cuando alcanzas una meta, la gente a veces siente que puede relajarse, pero yo siempre estoy pensando “¿y ahora qué sigue?”. Empecé en un cuarto pequeño, sin empleados, y hoy tengo un estudio en Miami. Siempre mantuve la ambición de ir más allá, y esa perseverancia ha sido fundamental para mí.
¿Cómo han moldeado estos desafíos tu perspectiva sobre el éxito y el liderazgo?
Antes veía el éxito como algo material o financiero, pero hoy mi enfoque ha cambiado. Ahora pienso en generar empleo, expandir mi negocio a otras ciudades y continuar con el crecimiento, como lo hice al lanzar mi primer producto: un gel para cejas, un sueño hecho realidad. Para mí, el éxito es tener libertad en todos los aspectos: financiera, de tiempo y en hacer lo que amo. De niña, soñaba con no odiar los lunes, y ahora disfruto de esa libertad, tomando los lunes como mis días de descanso. Ese balance en mi vida es mi verdadera definición de éxito.
Cuéntanos sobre tus proyectos a futuro. ¿Qué sigue para Elda Silva?
Profesionalmente, quiero expandir la distribución de mi producto y que forme parte de la rutina de belleza de muchas mujeres. También estoy pensando en abrir más estudios en otras ciudades. A nivel personal, quiero seguir desarrollándome y aprendiendo. Creo que siempre hay espacio para crecer y mejorar, tanto en lo profesional como en lo personal. ¡Así que todavía hay mucho por hacer!