Cómo ser feliz sin pensar en la perfección

Muchos de nosotros caemos en el perfeccionismo pensando que, si no hacemos las cosas perfectas, nadie nos va a apreciar. Esto, como consecuencia, nos produce un gran estrés que, a la larga, nos termina enfermando. Estar todo el tiempo pensando en no cometer errores es, paradójicamente, un gran error ya que ser perfeccionista puede convertirse en algo muy negativo.

Ser minucioso nos quita la felicidad e incrementa emociones como la frustración, el estrés y la ansiedad, pues muchas veces no logramos cumplir con las expectativas que todos tienen de nosotros.

¿Quieres saber cómo ser feliz sin tener que pensar en la perfección? A continuación te daremos algunos consejos que te serán de mucha utilidad.

Diferencia el perfeccionismo de la optimización

Optimizar las acciones puede ser mucho más productivo que intentar ser perfecto. Para ello, deberás aceptar que habrán obstáculos que, para sortearlos, será necesario que busques todo tipo de soluciones y estrategias las cuales, aunque te parezca increíble, te transmitirán mucha más tranquilidad que el intento de hacer todo a la perfección.

Es importante tener presente que equivocarse también es una parte importante del crecimiento. Sentir el miedo al fracaso, saber dónde cometiste el error y qué es lo que no debes hacer para volverlo a cometer es un gran avance para dejar de lado el perfeccionismo.

Cómo decirle adiós para siempre a tu ser perfeccionista

Acepta tu personalidad tal cual es

Deja de lado las expectativas que todos tienen de ti. Lo más importante, en estos momentos, es lo que TÚ piensas sobre tu persona. Esto no lo lograrás de un día para el otro sino que requerirá de una introspección y un análisis profundo de tu personalidad. Quizá no lo logres en unas cuantas horas, quizá te lleve varios días, pero al final verás lo bien que te sentirás al aceptarte tal cual eres con tus aciertos y tus errores.

Presta atención a tus pensamientos

Para dejar de lado el perfeccionismo es importante que juzgues la calidad de tus pensamientos y apliques alguna especie de filtro. Ten en cuenta que los pensamientos cambian la química que sucede en tu cerebro y que además, se modifica el funcionamiento de los neurotransmisores. Si no lo haces, te sabotearás a ti mismo.

Pasa los límites de lo que crees válido con preguntas

Puedes preguntarte, ¿cuál es el costo de ser perfecto?, qué cosas estás perdiendo de la vida al correr tras la perfección o cuán bueno es para ti ser perfeccionista. Cuando logres responder esto sin mentirte a ti mismo, habrás dado un paso más hacia la felicidad.

Recuerda siempre ser positivo

Los expertos aseguran que, tener pensamientos y afirmaciones positivas, ayuda a reemplazar la negatividad con información nueva. Esto, con el paso de los días, influye para desarrollar una nueva mentalidad mucho más positiva. De esta manera se rompen las barreras que la perfección con su negatividad nos impone y se dejan de lado las ideas equivocadas acerca de lo que nos produce felicidad.

Elabora metas pequeñas cada día

Es importante no auto-exigirte para realizar grandes cosas todos los días (recuerda que nadie espera que te transformes en un súper-héroe o súper-heroína…son solo ideas que tienes en tu mente perfeccionista). Traza pequeñas metas que cumplir, verás que al final de la jornada, cuando hayas logrado cumplir con todas, o casi todas, te sentirás mucho mejor contigo mismo y, sobre todo, ¡feliz y libre de estrés!