La boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez en Venecia fue una declaración de poder, lujo y exceso que dejó huella en la ciudad de los canales. Durante tres días, el multimillonario fundador de Amazon y su pareja transformaron Venecia en el epicentro del glamour internacional, protagonizando el evento social más comentado del año.
El costo total del enlace se estima entre 46 y 55 millones de dólares. Una cifra que se refleja en cada uno de los detalles que marcaron la celebración, desde la llegada de los invitados en 90 jets privados hasta las exclusivas reservas en hoteles de ensueño como el Aman Venice y el Gritti Palace. Nombres como Leonardo DiCaprio, Oprah Winfrey, Kim Kardashian, Tom Brady y Orlando Bloom figuraron entre los 200 asistentes que acompañaron a la pareja.
La experiencia gastronómica fue otro capítulo de opulencia. El menú rindió homenaje a la tradición veneciana con platos como bacalao salado, spaghetti alla Nerano y un clásico tiramisú que cerró la cena. Los invitados recibieron bolsitas de regalo diseñadas por la histórica pastelería Rosa Salva, con delicias locales como bussolà y zaletti. Incluso la fiesta de bienvenida, celebrada en la iglesia Madonna dell’Orto, sorprendió con una ambientación decorada con flores silvestres y limones, donde las pizzas artesanales y los cócteles fluyeron con la misma generosidad que las anécdotas de sus exclusivos comensales.
Sin embargo, no todo fue aplauso y glamour. La ostentación del evento generó una ola de críticas por parte de los residentes de Venecia, quienes desde hace años luchan contra el impacto del turismo masivo y la gentrificación. Durante la celebración, un grupo de activistas desplegó una pancarta con el mensaje: «El 1% arruina el mundo», como gesto de protesta. Como respuesta a las crecientes críticas, Bezos y Sánchez realizaron una donación de 3 millones de euros a proyectos locales y ambientales.
El cierre de esta fastuosa celebración tuvo lugar en el icónico Harry’s Bar, donde los recién casados ofrecieron un almuerzo íntimo que incluyó bellinis y pizzas en un ambiente más relajado pero igual de exclusivo. La boda de Jeff Bezos en Venecia no solo fue una unión sentimental, sino un espectáculo de poder económico y social que, sin duda, seguirá dando de qué hablar.
