“El lujo lo definimos a través del uso de materiales finos y empleados bien, que no sea algo ostentoso, sino concebido con delicadeza”. – Por Maite Luna

El lujo es un término muy llamativo, es difícil voltear la vista cuando nos topamos con un espacio lujoso. En cambio, el concepto tiene diferentes interpretaciones y disímiles formas de expresión. El de Jay Britto y David Charette, saltó ante  mis ojos con la combinación de una propuesta contemporánea, que no  deja de ser exquisitamente genuina. Estos dos jóvenes diseñadores, son los responsables del éxito consolidado de Britto-Charette, una reconocida empresa de diseño de interiores, con sede en Wynwood, que a base de consagración y perseverancia, ha conseguido situarse entre las más selectas de la competitiva industria a la que pertenecen. Su creación de más de más de cientos de miles de pies cuadrados de espacios únicos, en solo seis años, es su mejor carta de presentación.

Jay Britto, es uno de los fundadores de Britto Charette y tiene en su portfolio la responsabilidad probada de haber concebido durante más de una década, el diseño de interiores residenciales de alta gama. “David y yo nos conocimos en Chicago en una de las  ferias más grandes del mundo para arquitectos y diseñadores. Mi compañía anteriormente se enfocaba  en diseñar interiores modernos y teníamos bastante en común. Participamos juntos en la feria y después comenzamos a trabajar en proyectos de forma  remota, porque él estaba viviendo en Beirut por ese tiempo y yo en Miami. Finalmente decidimos unirnos y cambiar mi nombre, para modificar la marca”. –Al expresar esta última frase, se puede apreciar el orgullo y satisfacción que implica para Britto, hablar de su empresa.

David Charette, la otra mitad de Britto Charette, ha completado proyectos de diseño en todo el mundo. Tiene más de 20 años de experiencia trabajando con urbanistas, contratistas, agencias reguladoras y arquitectos.

Ante mi inquietud por unos llamativos objetos que conforman la imponente muestra de su estudio, David me dice que son parte de una línea de accesorios que crearon,  cautivados por una exhibición de arte peruano en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, a la que bautizaron como “WASI,”.

“WASI, es una palabra que proviene de la lengua peruana Quechua y significa: “Hogar”. Queríamos ofrecer algo especial en los Estados Unidos y traer una colección que representara a la cultura peruana, en una forma más contemporánea”.

Para ellos WASI, se tradujo en sofisticados objetos de arte para el hogar, hechos en porcelana. WASI se confecciona a través una técnica de cocción especial, que crea un acabado sedoso, embellecido con oro italiano de 24 quilates, platino o un pantone ricamente saturado.

Nacido y criado en el Perú, Jay creció rodeado de ricos colores y una cultura vibrante que siguen inspirándole.

“Si miras los objetos, están inspirados en la cultura preincaica, todos tienen un aire, con una confección mucho más sofisticada, diseñada para un mercado de lujo; incluso el oro y la plata, que son símbolos relevantes en esta cultura”.

La impresionante cartera de iniciativas de diseño de David, cuenta con experiencias que también incluyen planificación urbana, zonificación, calles y diseño de interiores. Apasionado por su profesión, nos cuenta dónde encuentra la inspiración para sus creaciones.

“Me inspiro en varios elementos, como la arquitectura y la arqueología, la moda de interiores cumple una parte fundamental, pues está constantemente evolucionando y lo hace más rápido que otro tipo de creaciones artísticas”.

Su pasión por el perfeccionismo, la limpieza en el diseño y la exclusividad, se traduce en todo lo que hace Jay, y en su oportunidad de consolidar su marca e incluso, ir más allá.

“Hemos logrado lo que queríamos y ahora estamos fabricando los materiales con metal y vidrio. Esto es algo bastante complicado para nosotros, pero los prototipos que hemos obtenido, salieron muy lindos. Cada pieza toma por lo menos entre  seis a ocho meses, desde su concepción en un boceto, hasta tener el producto en un prototipo. Hay una pieza que nos ha durado casi dos años y recién la terminamos, porque la confeccionamos en vidrio, no había forma de elaborarla en porcelana. Hay piezas a las que les damos taller hasta que salen, somos bastante insistentes, persistentes”.

Como director y diseñador de interiores, David y Jay supervisan las operaciones cotidianas de Britto Charette y trabajan incansablemente para fomentar relaciones sólidas con clientes, constructores, arquitectos y con los profesionales más talentosos de la industria.

“Ahora estamos trabajando en un proyecto en el Pent-house del Ritz Carlton en Sunny Isles. Hicimos un proyecto en Montreal, el cual implicó la coordinación desde la distancia, que nos comunicáramos con diferentes contratistas, lo que definitivamente fue  un reto, además,  si te debes comunicar en Francés. Creo que la comunicación es un reto en cualquier proyecto, debes tener cuidado de que todos los implicados estén en la misma página. Esta nueva tarea es difícil, en el sentido en el que este proyecto del pent-house no será completado hasta el 2018, quiere decir que estamos diseñando un proyecto que no es un hecho, eso es retador, porque las cosas pueden cambiar”.

La marca de interiores de lujo de Britto Charette está en alta demanda y Jay y David han recibido numerosos elogios, incluyendo, por mencionar algunos, el Baltus Icon Award, el Star on the Rise, numerosos premios HOUZZ y el premio al finalista HGTV Faces of Design. Britto Charette también ha obtenido una fantástica acogida por la prensa nacional e internacional.

Además, los diseñadores colaboraron con el diseñador de alto perfil Kyle Bunting en 2013 y lanzaron una serie de productos que han sido anunciados internacionalmente y ahora están disponibles en salas de exhibición de todo el país.

“No he tenido un cliente enojado conmigo o que haya hablado mal. Tenemos un buen nombre, aparte de un buen diseño. Somos honestos, además de ser creativos y eso vale mucho. Nuestros clientes nos refieren a otros y otros y sigue creciendo la compañía.

Estamos muy satisfechos con lo que tenemos. Actualmente nos basamos en productos que tengan mayor durabilidad, que no sean quizás tan “trendy”, sino que sean más duraderos. Digamos que en cinco años deseas vender tu casa, la persona que va a comprarla, va a ver que tu casa no ha pasado de moda, que es algo que todavía está en tendencia y se puede disfrutar. Entonces es una inversión más que un capricho.”

Ambos, coinciden en dejar su huella en una ciudad a la que consideran como nicho para sus creaciones.

“Hay muchas cosas sucediendo en Miami, en el mundo del diseño y las artes.”

“Nos encantaría tener ‘WASI PRODUCTS’ en un espacio en el Pérez Art Museum, sería maravilloso. Al igual que en el museo Guggenheim, lo cual nos haría sentir muy orgullosos”, comenta David, mientras que Jay prefiere un espacio más comercial.

“Para mí más que todo sería un hotel en South Beach, diseñado por nosotros, desde el lobby hasta los dormitorios, con nuestro sello exclusivo. Hemos tenido oportunidades de hacerlo, pero aunque hasta ahora no se han concretado, es algo que considero una meta profesional. Aparte, tenemos proyectos muy lindos e impresionantes.

Al visitar el estudio de estos dos creativos, resulta imposible no tener en cuenta a un personaje que forma parte de la familia de Britto Charette, su mascota “Kylo”, un Shih Tzu muy amoroso, que según David, los acompaña todos los días a la oficina.

“Si no lo cargas, te muerde los jeans  y se queda como diciendo: ¡estoy aquí! Y eso sucede también con nuestros clientes o cuando tenemos presentaciones, él está en el medio”.

Kylo, tiene un significado especial: “Yo tenía otro perrito que también era Shih Tzu, que desafortunadamente no pude tenerlo conmigo y siempre me quedé con eso de que lo extrañaba, entonces David me trajo como regalo a Kylo. Lo llamamos así por la cantante Kylie  Minogue, ella me fascina. Lo veo como otro miembro de la familia, tiene el mismo trato, viaja con nosotros a donde vamos y se porta muy bien”.

Al momento de definir en sus palabras el mensaje de Britto Charette, ambos coinciden en el empleo del lujo, de forma que aporte confort:

J: “Somos modernistas, limpios. No somos minimalistas y tampoco somos fríos. Nuestro mensaje se enfoca en querer sacar ese estigma de la mente de nuestros clientes, de que lo moderno es frío y esa no es nuestra realidad. Muchos clientes vienen a nosotros, porque saben que les vamos a ofrecer esas líneas “cutting edge” y a la vez que inviten a sentarse a tomar un café o simplemente acostarse a ver televisión en un sofá o en un espacio que creamos”.

D: “Espero que podamos proveer una perspectiva diferente, altamente reconocida como genuina, con piezas que son únicas en su tipo y que la gente sienta que puede vivir en estos espacios y estar orgullosos de ellos, pero que a la vez sea confortable y con un complemento definitivo de lujo”.

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