Se abrió un enorme sumidero cerca del Panteón que expuso parte del mundo subterráneo de Roma
A fines de abril se abrió un enorme agujero frente al Panteón en Roma que mide 1 metro cuadrado de ancho y 2,5 metros de profundidad que mostró parte de las antiguas losas romanas que se encuentran allí construidas.
Una vez que se aseguró el lugar para que no hayan heridos, la prioridad fue la de lograr remover todo lo hallado sin dañarlo. De acuerdo al periódico The Local, “Alrededor de 40 de los adoquines de mármol travertino, llamados sanpietrini, cedieron cuando apareció el agujero en la Piazza della Rotonda, entre la fuente y el Panteón”. Cabe destacar que el travertino es un tipo de roca sedimentaria que es el material perfecto para un sumidero.
De este material fueron fabricadas las 7 losas que se encuentran en dicho lugar. Esas losas tienen más de 2000 años de antigüedad y se cree que fueron diseñados por el arquitecto y estadista Marcus Agrippa. De acuerdo a Live Science, las losas “se crearon aproximadamente al mismo tiempo que se construyó el Panteón, desde el 27 a. C. al 25 a. C.”
Esta no es la primera vez que el suelo romano cede. Las losas aparecieron anteriormente cuando en la Piazza della Rotonda se instalaron líneas de servicio allá por 1990 notándose su presencia al excavar para instalar los cables. Sin embargo, esta vez el suelo cedió por si solo brindando una agradable sorpresa.
¿Qué son los sumideros?
Los sumideros son algo muy peligroso para la vida de los ciudadanos romanos. En enero de este año, un edificio tuvo que ser evacuado en las cercanías del Coliseo. Fue una medida de precaución para evitar males mayores pues se debieron realizar todo tipo de controles estructurales. Más atrás en el tiempo, en febrero de 2018, otro sumidero que se abrió en el distrito de Balduina del noroeste. Se formó un agujero de 10 metros de profundidad que si bien no tuvo consecuencias mortales, se llevó con él a 7 autos que se encontraban aparcados allí.
Los sumideros surgen por la erosión que se produce en las rocas sedimentarias durante cientos de años que es causada por el flujo de agua que recorre la ciudad en forma subterránea. Con el paso del tiempo, se produce el colapso de la estructura con el consiguiente quiebre de la superficie.
Es importante preguntarse si Roma está preparada para el peso de la civilización moderna. Al respecto en el sitio web Wanted In Rome se puede leer que “ISPRA (Instituto Nacional Italiano para la Protección e Investigación del Medio Ambiente) dice que la principal causa de los colapsos son los túneles subterráneos, alcantarillas y antiguas canteras de Roma, lo que resulta en un laberinto que se extiende cientos de kilómetros debajo de la ciudad, con la ubicación de muchas cavidades, sin asignar o desconocidas “.
La parte donde se encuentra una mayor posibilidad de derrumbe es la oriental debido a que existe una gran cantidad de canteras que se utilizaron hace cientos de años. Esto se debe a que la ciudad fue fundada sobre una llanura propensa a las inundaciones y una gran parte de la misma está erigida sobre suelo muy arenoso y suave que es propenso a la erosión a la cual contribuyen no solo el agua sino también las vibraciones de los coches y de las motos que la recorren a diario.
Es importante que el gobierno romano tome cartas en el asunto antes de que la situación empeore para evitar perder grandes tesoros históricos que se encuentran bajo sus calles.
