Jenisbel Acevedo ha transformado sus experiencias en una fuente de inspiración para mujeres y familias. Hoy, es una figura clave en el Colonia Medical Center, donde su familia ha sido fundamental en el bienestar comunitario. Como directora de la Acevedo Foundation, trabaja por el bienestar de los más necesitados.
¿Qué significa para ti estar «en la cima» y cómo ha cambiado tu idea del éxito a lo largo de los años?
Para mí, estar en la cima no se trata solo de logros materiales, sino de alcanzar la plenitud. De joven, pensaba que el éxito era tener un título profesional, pero ahora sé que es mucho más. Es ser una persona completa, trabajar con humildad y empatía, y encontrar equilibrio entre mi vida personal y profesional. Hoy, mi éxito se mide en sentirme plena, siendo madre, rodeada de un equipo de mujeres increíbles y teniendo la capacidad de dar, con la paz de saber que cumplo con mi propósito.
¿Cómo tus primeros recuerdos de Cuba y tu travesía hacia Estados Unidos influyeron en la mujer que eres hoy?
Esos recuerdos son clave para mi vida. De niña, arriesgué mi vida en un bote para llegar a este país en busca de una vida mejor, libertad y dignidad. Aunque fue muy difícil, esa experiencia me enseñó a ser perseverante, a no rendirme y a siempre encontrar lo positivo. Mi historia de superación comenzó allí, y las lecciones que aprendí siguen siendo fundamentales en mi vida. No solo fue un reto personal, sino también familiar, y ver a mi familia luchar me mostró que nunca debemos dejar de soñar, sin importar las adversidades.
Hablas de «soñar en grande». ¿Cómo mantienes viva esa capacidad de soñar?
Para mí, soñar no tiene límites. Lo hice cuando era una niña, soñando con cosas tan simples como comer jamón, tener juguetes y luz eléctrica, cosas que para muchos eran normales pero que para mí eran casi inalcanzables en ese momento. Hoy en día, aunque mi vida ha cambiado y tengo más recursos, sigo soñando. Soñar me da energía para seguir creciendo, para seguir ayudando a otros y, sobre todo, para seguir trabajando por los valores que mi familia me inculcó.
¿Por qué decidiste escribir tu libro “Un barco de sueños” y qué esperas lograr con él?
Mi libro comenzó como un proyecto personal para mis hijos y hermanos, con el objetivo de compartir nuestra historia familiar, un relato que hasta entonces no habíamos contado en detalle. Quería que mis hijos comprendieran de dónde venimos y el sacrificio que hicimos para llegar hasta aquí. Sin embargo, al escribirlo, me di cuenta de que nuestra experiencia podría inspirar a otras familias inmigrantes que enfrentan desafíos similares, ofreciendo un mensaje de resiliencia, lucha y esperanza.
¿Qué valores consideras fundamentales para alcanzar el éxito, especialmente viniendo de una historia de desafíos como la tuya?
Creo que la perseverancia y la humildad son claves. Mi padre siempre ha sido un ejemplo de trabajo duro, y aunque haya logrado muchos éxitos, sigue siendo una persona humilde que siempre está dispuesto a trabajar más. El éxito no es solo cuestión de suerte; se trata de sacrificarte, de trabajar constantemente y de no perder el foco. También es muy importante mantener los pies en la tierra. En este camino, he aprendido que el éxito no es eterno si no te mantienes fiel a tus principios y sigues escuchando a los demás.
Tu trabajo filantrópico es una parte importante de tu vida. ¿Qué significa para ti tener una fundación y cómo contribuye a tu visión del éxito?
Mi fundación refleja mi experiencia de infancia, cuando recibí ayuda en momentos difíciles. Ahora, tener la oportunidad de ofrecer ese mismo apoyo, ya sea con alimentos, útiles escolares o programas educativos, es un honor. Para mí, el éxito no solo se mide por logros personales, sino por lo que aportamos a la sociedad. Mi fundación apoya a familias que necesitan un impulso para salir adelante, y es muy gratificante ser una fuente de apoyo, tal como lo fui alguna vez.
Finalmente, ¿qué mensaje le darías a otras mujeres que están luchando por alcanzar sus metas?
Les diría que sigan soñando, que no se rindan ante los obstáculos, y que el éxito no es solo cuestión de logros materiales. El verdadero éxito es la paz interior y la plenitud. Tienen que encontrar un equilibrio entre lo que quieren para sí mismas y lo que pueden ofrecer a los demás. Y sobre todo, no olviden nunca su valor y el poder que tienen como mujeres para transformar sus vidas y las de los demás.
