Hay una frase muy trillada que todos dicen pero que, no por eso, deja de ser importante que es “la vida es una sola y vale la pena vivirla”. Sin embargo, no todos tienen la capacidad para hacerlo y disfrutar al máximo.
¿Estás dispuesta a cambiar y disfrutar cada segundo? Entonces no dudes en probar los siguientes consejos que seguro te vendrán de maravillas.
Respira
Ya se sabe que la respiración es un reflejo que se realiza en forma inconsciente. Pero, en este caso, nos referimos a la respiración conocida como funcional que es la que te ayudará a calmar los nervios y a dejar el estrés atrás. La respiración funcional consiste en concentrarse en inhalar y exhalar en forma lenta y profunda mientras se mantienen los ojos cerrados. Hazlo las veces que lo necesites, pues conseguirás calmarte en momentos de tensión y nervios.
No eres una máquina
Nadie puede hacer absolutamente todo y al mismo tiempo. Intentar hacer todas las cosas al mismo tiempo no solo te estresará sino que además provocará que te estreses, te enojes y la pases mal. Aprende a delegar y a pedir ayuda.
Supérate a ti misma
Al decidirnos a vivir al máximo, aparecen siempre desafíos y ¿qué mejor que superarte con nuevos retos todos los días? No dejes de intentar superarte a ti misma y si al principio no logras superarlo, vuelve a intentarlo otra vez.
Deja atrás las culpas
No hay nada peor que sentir culpa, pues envenena tu vida y no te permite disfrutarla. Las mujeres somos expertas en sentir culpas y esto nos termina por perjudicar. Nos sentimos culpables por salir, comprarnos algo para nosotras (¿recuerdas ese chocolate que te compraste y comiste a escondidas?) o disfrutar de una actividad en la que otras personas no tienen lugar. Deja eso de lado, te mereces y debes disfrutar de la vida.
Sal de paseo
Está comprobado que salir a dar un paseo –aunque sea de unos minutos- te cambia el ánimo por completo. Si sientes que estás por explotar, detente, deja lo que estás haciendo y sal a caminar o visita amigos o familiares, verás que volverás totalmente renovada ¡No hay nada mejor que cambiar un poco de aire!
Haz ejercicio
Dicen los que saben que ejercitarnos cambia nuestra mente por completo. Además de brindarnos una mejor salud, los ejercicios también despejan nuestra mente y nos traen un gran bienestar. No importa de qué tipo de ejercicio hablemos, puede ser acudir al gimnasio, practicar natación, salir a correr o caminar. Si encuentras el ejercicio que más te guste, te sentirás muy bien al practicarlo, tu cabeza se despejará y sentirás un gran bienestar.
Simplifica tu vida
Aquí tenemos que estrechar la mano de Marie Kondo quien dice que “Una habitación caótica es el reflejo de una mente caótica. Nada de guardar las cosas por si acaso. La vida es mucho más sencilla”. Deshacerte de las cosas que ya no usas y liberar los espacios es sinónimo de organización y de simplificación. Mantener los lugares limpios hace que nuestra mente no esté tan agobiada, ¿no te pasa que te preguntas para que guardas determinados objetos? ¡Eso es muy irritante!
Dile adiós al aburrimiento
Para disfrutar de la vida, evita el ocio y el aburrimiento. Si no tienes nada que hacer, busca una actividad extra: lee un libro, sal de paseo, practica un hobbie, toma un curso corto o estudia alguna carrera. Mantener el cerebro y las manos ocupadas hará que el ocio se aleje de tu vida y podrás disfrutar de todo cada segundo.
