El desfile de alta costura de Schiaparelli dio mucho que hablar

Schiaparelli, en su desfile de primavera-verano 2023, en la Semana de la Moda de Alta Costura, convirtió la pasarela en algo increíble digno de ver, pues no todos los días se ve que los diseñadores hayan incluido, por ejemplo, cabezas de animales acompañando las prendas y extraños modelos en una clara alusión a “La Divina Comedia”, la obra literaria escrita por Dante Alighieri.

El desfile, a cargo de Daniel Roseberry, se transformó en un espectáculo digno de ver en todos los sentidos. Se llevó a cabo en el Petit Palais de París y la ambientación fue propia de los grandes teatros con todo lo que te puedas imaginar.

Si te lo perdiste, aquí te dejamos una breve reseña sobre todo lo que ocurrió en la pasarela.

Hubo cabezas falsas de animales

Como te contamos más arriba, en el desfile abundaron las cabezas falsas de animales. Kylie Jenner lució la enorme cabeza de un león adherida a su vestido, mientras que otras modelos hicieron lo propio con una de leopardo y otra de un lobo.

El desfile fue inspirado por el Infierno del Dante.

El propio Roseberry cuenta que esa obra literaria formó parte de su inspiración, pues comparó la incertidumbre de todo lo que pasa un diseñador con el viaje al infierno del protagonista de la obra. Al respecto dice que “Esta colección es mi homenaje a la duda” y agrega “Quería alejarme de las técnicas con las que me sentía cómodo y que ya entendía, elegir en su lugar esa madera oscura donde todo es aterrador pero nuevo”.

La referencia directa a la obra se pudo ver al momento que Naomi Campbell piso la pasarela con una cabeza de lobo como parte de la prenda. Por otro lado, los tres animales que aparecieron en escena representan la lujuria (el lobo), el orgullo (el león) y la avaricia (el leopardo), en una clara referencia a los pecados que se observan en La Divina Comedia.

Extraños modelos con materiales increíbles

Según Rosberry se hizo referencia a “la calidad de una casa de espejos”, lo que señalaba claramente el estilo surrealista que imperó durante todo el desfile.

Hubo algunas prendas que no parecían ser las que usaríamos normalmente, tales como vestidos cubiertos de esferas de madera o bordados con lentejuelas hechas de hojalata y piezas que cubrían el pectoral en forma de concha marina, lo cual se transformó en el símbolo inequívoco de Roseberry.

De más está decir que la pintura dorada sobre el cuerpo de una de las modelos llamo muchísimo la atención y que el diseñador acompañó esta maravillosa originalidad con un pantalón y un collar de ámbar.

Le dieron la bienvenida a los trajes tipo sastre

Roseberry definió esta colección por los trajes sastre de corte amplio y forma cuadrada. Increíblemente, lejos de lo que se podía haber esperado, estos trajes enormes resaltaban la figura de las modelos. Incluyó también boleros como los que utilizan los toreros, en referencia a las cabezas de los animales. No hay que dejar de lado los trajes de noche con un claro estilo surrealista que mezclaba la lana de satén negro con el terciopelo junto con estolas completamente rígidas.