Ana María Estrada, Una Vida Forjada en el Amor al Teatro

Entrevista por: Elio Socorro

La carrera de Ana María Estrada se forjó desde los escenarios escolares, donde descubrió su pasión por el teatro a temprana edad. Su travesía artística comenzó en Perú, donde aprendió el arte de la actuación rodeada de talentosos compañeros y maestros. Sin embargo, su verdadero salto hacia el estrellato tuvo lugar en Estados Unidos, donde su talento brilló con luz propia en el competitivo mundo del teatro musical.

En una época en la que los actores latinos aún luchaban por su lugar en Broadway, Ana María (actual presidenta de la Hispanic Organization of Latin Actors – HOLA), se destacó como pionera, allanando el camino para futuras generaciones. Desde entonces, su trayectoria ha sido un constante fluir de proyectos que abarcan desde el cine hasta la dirección, producción, actuación, creando oportunidades para ella y sus compañeros actores.

Ganadora de muchos premios y reconocimientos, incluyendo un TUMI (2014) y un Ilustre Soberana, un reconocimiento especial entregado por el gobierno de Obama por su esfuerzo para crear empleos para la comunidad hispana, Ana María nos comparte sus experiencias como madre y artista, revelando los desafíos y alegrías que ha enfrentado en ambos roles. Con una franqueza conmovedora, nos brinda consejos valiosos para las nuevas generaciones de actores, instándolos a perseverar en su búsqueda de autenticidad y creatividad. Su historia es un testimonio inspirador de pasión, determinación y el poder transformador del arte en todas sus formas.

¿Cómo fueron los comienzos de la carrera de Ana María Estrada?

Comencé haciendo teatro en la escuela, desde los 9 años. Luego pasé a hacer teatro en Perú, con actores maravillosos que me enseñaron a escuchar y responder de acuerdo a la manera que hablaban en la obra. Desarrollé mi intuición.

Posteriormente vine a Estados Unidos y fui a audicionar en New Jersey. Uno de los actores me comentó que iban a estrenar una obra en New York y me preguntó si me gustaría ir a hacer una audición allá. Después trabajé con diferentes compañías de teatro en New Jersey, New York, Washington DC. Pasado algún tiempo decidí crear mi propia compañía de teatro, “Rasgos”, y la primera obra que hicimos fue “Los Cachorros”, de nuestro querido compatriota Vargas Llosa, con varios actores latinos. Corrían los años 80 y todavía New York no estaba listo para los actores latinos. De manera que aquello fue como empujar la carreta para crear este fenómeno que ahora existe.

Me casé y me mudé a Miami. Aunque comencé a hacer otras cosas nunca dejé el arte. Comencé a escribir, algo que no sabía que podía hacer, y produje mi primer cortometraje “Esto Le Pasó a Usted…?». Después me propuse dirigir, escribir, actuar y produje mi segundo cortometraje, que se llamó “A Stranger at the Funeral”. Tras el éxito de esa obra, ahora estoy terminando mi tercer cortometraje que se titula “Qué enredo”, una comedia que me parece que va a gustar mucho. Ahora también estoy escribiendo un largometraje que aún no tiene nombre. Es un thriller que él solito me va a dar el nombre.

Comencé a trabajar en otros proyectos, incluyendo Supreme Consulting, una compañía profesional creada por mi hermano, Gustavo Estrada, la cual emplea a cientos de personas de diferentes nacionalidades. 

También he hecho cine. Hice una película con Eva Méndez, “Girl in Progress”, y tuve una escena en la que ella me demostró el tremendo ser humano y la actriz profesional y generosa que es Eva. También trabajé con Burt Reynolds, que fue otra de las experiencias maravillosas que tuve. Participé en varios filmes en Perú como productora y actriz. ¡Amo actuar…!

¿Qué influencia recibió usted de su madre y cómo ha influido usted en sus hijos?

Mi madre me enseñó a tener coraje, persistencia, ética de trabajo y ser emprendedora. La dedicación a sus hijos, para alimentarlos y educarlos, la motivó a venir a este maravilloso país. No le temo al trabajo ni a los retos de la vida. «Mientras más grande es el problema, mayor es el desafío «. Amo esa expresión. Ella lo hizo con menos oportunidades que yo y aun así preparó el camino para que sus hijos tuviesen una vida mejor. Ser padre es la cosa más difícil y más complicada que un ser humano pueda tener porque están criando una mente y siempre te parece que estás en el lado equivocado; siempre estoy pidiéndole disculpas a mis hijos. Siempre les digo lo mucho que significan para mí. Los abrazo, los beso y siempre los animo a dar lo mejor de sí. Les digo que sientan compasión por el sufrimiento humano. Cuando me dicen “Mami, te amo” me derrito en lágrimas…!

¿Qué consejo les daría a las nuevas generaciones de actores?

Que ante todo ser actor no es algo fácil, pero que traten de ser ellos en la carrera. Que se preparen mucho, que sepan manejar sus cuerpos, su voz, hacer audiciones y estudiar constantemente porque ser actor es algo frágil toda vez que juegas con emociones. Tienen que saber cómo afectan a la audiencia. Los actores somos comunicadores sociales. Deben tomar eso en serio. ¡Deben estudiar mucho cada personaje que les toque, aprender todo acerca de él y comprometerse a honrarlo porque viene de su Creador…!

Los actores deben visitar museos, ver las artes plásticas, pintar y crear. Si naces siendo una persona creativa, ya eres un diamante, pero un diamante en bruto, de manera que hay que pasarle la lija para que brille.