Los números maestros 11, 22 y 33 tienen la energía vibratoria más alta de los números del camino de la vida, y aquellos que los tienen tienden a ser almas viejas y profundas, con vidas llenas de lecciones aprendidas con esfuerzo, pero también ganancias ganadas con esfuerzo
En el antiguo sistema de numerología, los números y las letras tienen vibraciones energéticas que se cree que influyen en nuestro propósito y en la vida en general. Un aspecto importante de la numerología es el número de su camino de vida, que normalmente será un solo dígito entre 1 y 9. Sin embargo, hay tres «números maestros» a tener en cuenta al calcular su tabla de numerología: 11, 22 y 33. En este artículo, nos sumergimos en los tres, incluidas sus fortalezas y debilidades.
¿Qué son los números maestros?
Hay tres instancias en las que tu número de ruta de vida puede no ser un número de un solo dígito sino un «número maestro» de dos dígitos. Esos números son 11, 22 y 33. Si calculaste el número de tu camino de vida y se reduce a cualquiera de esos tres números maestros, tienes un camino de vida de número maestro. (Veremos cómo calcular el tuyo en breve, si aún no lo has hecho).
Explican los expertos que los números maestros están asociados con la lucha pero, también con el logro. Estos números tienen mucha energía, así como lecciones más pesadas, lo que le da a esta gente mucha profundidad y un gran potencial, así como una cualidad distintiva de alma vieja. Según la numerología aquellos con números maestros se consideran personas que tienen la capacidad de provocar un gran cambio en el mundo.
Para tener un número maestro como camino de vida, se cree que uno debe haber dominado todas las lecciones asociadas con su contraparte de un solo dígito en el transcurso de muchas vidas. La contraparte de un solo dígito del 11 es 2, mientras que la del 22 es 4 y la del 33 es 6.
Cómo saber si tienes un número maestro
Todo lo que necesitas para averiguar tu número de ruta de vida es tu fecha de nacimiento completa. Usemos el cumpleaños 27 de marzo de 1969 como ejemplo. Comenzarás escribiendo tu fecha de nacimiento completa, incluido el año completo. Suma cada uno de los dígitos y continúa sumando hasta que hayas reducido a un número de un dígito.
27 de marzo de 1969 (o 27-3-1969), te daría: 3+2+7+1+9+6+9 = 37. A partir de ahí, 3+7 = 10, y 1+0 = 1. Entonces , este cumpleaños tiene un camino de vida número 1.
Ahora tomemos el cumpleaños del 4 de agosto de 1961, lo que le daría 8+4+1+9+6+1 = 29. A partir de ahí, 2+9= 11. Aquí es donde se detendría.
Esencialmente, si reduces tu cumpleaños a un número de dos dígitos, y es 11, 22 o 33, no los sumaría para obtener un solo dígito, y tiene un camino de vida de número maestro.
Aquí hay un vistazo más de cerca a los números maestros 11, 22 y 33.
Número Maestro 11: El psíquico
El camino de vida 11 es muy sensible, prácticamente hasta el punto de ser psíquico. Como se mencionó anteriormente, los números maestros representan los rasgos casi completos y completamente realizados de los dígitos individuales que suman, por lo que 11 representa los rasgos casi completos del 2. Para ser un 11 debes ser un alma vieja y haber pasado muchas vidas acumulando sabiduría y conocimiento espiritual; este es tu regalo para compartir con el mundo. Los 11 son sanadores natos y probablemente serán llamados en sus vidas para liderar y educar a otros.
La sombra del número maestro 11
La aguda sensibilidad de este número maestro a veces puede conducir al nerviosismo, el escepticismo y el pensamiento disperso, por lo que es importante que estas personas tengan en cuenta el pensamiento excesivo y la desconfianza mientras escuchan su voz interior y su intuición. Este camino de la vida tiende a caminar por una delgada línea entre la gloria y la autodestrucción, pueden interponerse en su propio camino, lo que tiene mucho que ver con la batalla interna que enfrentan entre seguir su mente racional y su intuición. Según los expertos, el 11 solo se alinea con su propósito cuando aprende a confiar en su intuición más que en su mente racional.
Número maestro 22: El maestro de obras
Un camino de vida 22 va a ser como un camino de vida 4 al extremo. Los cuatro son los «constructores» de la numerología y, como tal, los 22 se consideran los «maestros arquitectos». Y si este es tu número de camino de vida, felicidades porque agrega que el 22 es el número más poderoso en numerología. Probablemente eres un maestro de la productividad y tienes la capacidad de hacer un gran trabajo en esta vida.
En general, este camino de vida está aquí para «diseñar» un imperio que ayudará a cambiar a la humanidad para mejor. Son los supervisores del cambio, e independientemente del área que elijan para expresar sus talentos, están destinados a convertirse en expertos en los campos que elijan.
La sombra del número maestro 22
Si bien los números maestros son poderosos, también vienen con desafíos poderosos y, en el caso del 22, este camino puede ser uno de los extremos. Si bien eres capaz de lograr grandes hazañas, también eres capaz de no estar seguro de ti mismo y de tu visión única. Puedes cuestionar tu propio poder (o ignorarlo), lo que solo te detendrá.
Número Maestro 33: El educador iluminado
Por último, pero no menos importante, tenemos el número maestro 33 que tiene que ver con el amor incondicional y la conciencia superior. Considera a los 6 del camino de la vida, que están cuidando y preocupados por la humanidad. El camino de la vida 33 lleva esa energía amorosa al siguiente nivel y se considera el «maestro de los maestros» de la numerología, así como el número de búsqueda espiritual más evolucionado. Energéticamente hablando, se cree que el número 33 es la frecuencia más evolucionada espiritualmente. También es el número que representa el amor en su forma más pura.
La sombra del número maestro 33
Los mejores sanadores se han curado a sí mismos, y el maestro número 33 no es una excepción. Este camino de vida a menudo tiene mucho que sanar, ya sea de vidas anteriores o de esta. Sin embargo, la angustia que enfrentan a lo largo de su vida solo ayuda a fortalecer su determinación de ayudar a sanar a otros. Este es un camino de vida que entiende lo que significa sufrir y, en consecuencia, quiere disminuir el sufrimiento de los demás. El desafío será aprender a permanecer abiertos y apoyarse en su sensibilidad inherente, en lugar de cerrarse o endurecerse ante las luchas de este mundo.
