Para aquella Erika de La Vega que optó por emigrar de su Venezuela natal para continuar su carrera en los medios hispanos de EE. UU., la empresa no resultó ser tan sencilla como esperaba. A pesar de décadas de una exitosa trayectoria que trascendió fronteras, destacando como anfitriona de Latin American Idol y prestando su voz a la icónica ‘Dolly’ en Toy Story, Miami le deparaba otro destino a la conductora del popular podcast “En Defensa Propia”. De aquella mujer aclamada en su tierra, sólo perdura su sentido del humor, según ella misma nos confiesa
Hace cinco años una fuerte depresión tocó a la puerta de Erika De La Vega, y la obligó a replantear su forma de ver la vida. Desde entonces, entendió que el único camino era la reinvención y ese propósito se convirtió en su escudo y su bandera.
IM: ¿Por qué es tan importante para ti dar visibilidad a lo que implica reinventarse?
Porque no podía seguir viviendo de la misma manera en la que me encontraba, y la única forma de experimentar una vida diferente era reconocer que existía otra manera de vivir. Observaba a otras mujeres y pensaba: “Ellas saben algo que yo no sé”. Tenía que dejar atrás muchas cosas que había acumulado a lo largo de mis 20 años de carrera exitosa. Necesitaba reinventar mi perspectiva de la vida, no quería abandonarla, pero vivirla de la manera en que lo estaba haciendo resultaba insostenible. Mis síntomas de depresión me impedían disfrutar de la vida; me sumergía en quejas y críticas constantes. Estaba atrapada en el victimismo, preguntándome quién vendría a rescatarme, pero nadie lo hacía, y me sumí en la soledad. Durante ese tiempo, no surgieron ideas creativas, y como alguien cuya vida giraba en torno a la creatividad, esto afectó tanto mi desarrollo personal como profesional. Al hablar de reinventarme, reconocí la necesidad de cambiar mi perspectiva y encontrar herramientas para vivir de una manera más suave y satisfactoria.
IM: ¿Por dónde empezaste tu propia camino hacia la reinvención?
He recorrido un largo camino en terapia, y continúo en él, lo cual me ha ayudado a ver las mismas cosas desde una perspectiva diferente. Busqué herramientas y adopté una actitud más compasiva hacia mí misma, recuperando mi propio valor. Fue un camino extenso para reconocer nuevamente mis habilidades y talentos. Estar en ese lugar donde incluso lo que hice carecía de valor fue como un retorno a mí misma, y en algunos aspectos, fue como explorarme por primera vez, ya que en muchos lugares no estaba conectada conmigo misma y me definía exclusivamente a través de mi oficio.
Adoptando la reinvención como su lema, Erika De La Vega creó el podcast “En Defensa Propia”, en el que ha entrevistado a más de 200 mujeres sobre sus historias de transformación, convirtiéndose en una fuente de inspiración para otras en su viaje hacia la autenticidad y el empoderamiento femenino.
“A nosotras no nos enseñaron a pedir ayuda porque creemos que nos dan un trofeo por hacer las cosas solas. Este viaje me llevó a comprender que no estoy sola, que hay muchas mujeres atravesando experiencias similares, y juntas estamos descubriendo esta nueva realidad. Ha sido un trabajo marcado por la curiosidad y, más que buscar la felicidad, explorar genuinamente una forma diferente de vivir. Ahora, veo las adversidades como oportunidades desde mi perspectiva de vida”.
IM: ¿Qué queda de la vieja Erika?
El humor, no puedo dejarlo, no puedo separarme de él. Incluso cuando imparto charlas muy serias, no puedo evitar contar las cosas sin añadirle humor. Sin embargo, el sarcasmo, en particular, era una especie de escudo ante las amenazas de la vida. Después de limpiar un poco esas áreas del humor, el humor sigue siendo parte fundamental de mí. Es algo que no ha cambiado en absoluto y permanece intacto en mi personalidad.
IM: ¿Después de cinco años conversando con más de 200 mujeres, sigues aprendiendo de ellas?
A pesar de que compartimos la condición de ser mujeres y enfrentamos circunstancias similares, cada una es única. Puedo reconocerme en cada una de ellas, hay un pedacito de cada una en mí. Todas intentamos romper con nuestras creencias limitantes, buscamos otra perspectiva de vida, buscamos ayuda. Todos hacemos lo mismo, pero la cuestión de cómo cuestionar nuestro pensamiento, cómo abordarlo y cómo sustituirlo por otro es una teoría increíble. Sin embargo, necesitamos repetirla para luego ponerla en práctica.Por eso, están los episodios de “EN DEFENSA PROPIA”, para darle play cuando lo necesites. Por eso creo en la repetición, porque se nos olvida.
IM: ¿Por qué tiendes a enfocar la mayoría de tus proyectos hacia la mujer?
Comencé a trabajar en medios rodeada únicamente de hombres. Aprendí a liderar y a crear como un hombre. Al enfrentar cuestionamientos internos, no tenía idea de cómo lidiar con esos problemas, y llegué a comprender que hombres y mujeres vivimos circunstancias totalmente distintas. Al trabajar con mujeres, descubrí una deuda conmigo misma y con ellas: necesitaba pedir ayuda y orientación a las mujeres para reinventarme. Por eso, es crucial impulsar a las mujeres más jóvenes con mis recursos y experiencias. Es una deuda que debemos saldar para que las mujeres avancemos en conjunto en la búsqueda de oportunidades.
IM: ¿Qué tan bien te caes hoy en día?
Yo ahorita me caigo buenísimo. Hubo un periodo en el que no me soportaba, ya que mi mente estaba llena de autocrítica y desacreditación. Siento que soy más compasiva, que entiendo más y evito juzgar. Antes, era más crítica y afilada; ahora, me percibo como más suave. Disfruto pensando que estoy exactamente donde debo estar, con las personas adecuadas, sin la incomodidad de sentir que debería estar haciendo algo diferente. Mi objetivo es vivir con más paz en mi día a día, y soy consciente de que tengo mucha responsabilidad en mantener esa paz.
IM: ¿En tu reinvención también se reinventó tu maternidad?
Uf, no tienes idea. Todo cambió cuando cambié yo, y esto se reflejó inmediatamente en mi hijo. Empecé a ver la maternidad desde otra perspectiva. Siempre la viví con mucho respeto y responsabilidad, lo cual, dada mi naturaleza ligera, me generaba rigidez y exigencia.
IM: Si pudieras hablar con tu “yo” del pasado, ¿qué le dirías?
Le diría que no se hiciera tan mala vida y que disfrutara más. Aunque siempre mostraba en pantalla que me divertía, en mi vida personal era un poco más rígida, quizás hasta cerrada, ya que todo giraba en torno al trabajo. Le aconsejaría que se relajara, que tuviera más relaciones, en lugar de sufrir en relaciones que no tenían sentido. Hubo muchas cosas que rechacé simplemente porque sí, sin razón aparente, pensando en compromisos del día siguiente.
IM: ¿Qué has hecho que nunca te imaginaste que harías?
Actualmente, estoy dando charlas, algo que jamás imaginé hacer. Siendo una persona dedicada al teatro, nunca pensé que estaría aquí, compartiendo mi proceso de reinvención, describiendo por lo que pasé, cómo salí adelante y cómo continúo. Ahora estoy abriéndome a más gente, explorando lugares que nunca imaginé visitar y rompiendo mis propios límites. Estoy atenta a nuevas experiencias y sí, he hecho muchas cosas que se han convertido en mi nueva normalidad.
IM: Y por último, si tuvieras una valla en la mitad de una autopista importante, ¿qué diría ese anuncio?
“Todo lo que hice, lo hice en defensa propia.”
