En el efervescente escenario inmobiliario de Miami, Daniel Montiel destaca no solo por su amplia experiencia, sino también por su compromiso con la formación y desarrollo de emprendedores en el sector. Cofundador de C5 junto a su hermano, el coach financiero Orlando Montiel, ambos se han consolidado como referentes en el mundo del real estate a través de su destacado evento, “El Retiro Inmobiliario”
Con una trayectoria que abarca más de dos décadas, el autor y coach de marketing y ventas radicado en Miami, ha buscado trascender más allá de las transacciones y propiedades. Su enfoque se centra en el impacto y la contribución a la comunidad, una misión que impulsa a través del podcast “Cafecito Inmobiliario” y la plataforma de coaching, C5.
A pesar del apoyo de su hermano, recuerda Daniel Montiel que sus inicios no fueron fáciles. No solo vio diluirse sus ahorros de toda su vida en cuestión de días, sino que también entendió que para alcanzar el éxito, debía cambiar sus pensamientos limitantes en cuanto al mismo.
“Orlando fue mi mentor. Siempre enfocado en la educación, comenzó a invertir en sí mismo, y yo empecé a ver ese proceso de transformación en él al estar expuesto a otras experiencias y perspectivas que yo aún no veía. Al inicio fue difícil para mí, comprender de dónde surgían sus pensamientos tan ambiciosos. Hasta que entendí que no se trataba solo de pensar en grande, sino de actuar en consecuencia.”
IM: ¿Cómo surge esta sociedad entre hermanos?
Es fascinante, ya que mi historia comienza en Venezuela. Siempre tuve el sueño de mudarme a Estados Unidos, de sumergirme en el mundo de las oportunidades y el sueño americano. Venía de un trasfondo en mercadeo y administración de empresas y fue Orlando quien me abrió esa puerta. En ese momento, él estaba haciendo la transición hacia el sector inmobiliario y me dijo: “Podemos hacer esto juntos, como broker y compañía”. Ahí es cuando me uní inicialmente a la parte de ventas.
Venía de un trasfondo en mercadeo y administración de empresas, y Orlando me abrió la puerta. Llegué con prácticamente nada, como se dice, “con una mano adelante y otra atrás”. Recuerdo que ahorré durante toda mi vida seis mil dólares para venirme aquí, y esos seis mil dólares se fueron en dos días. Fue entonces cuando comencé. Por supuesto, Orlando fue mi mentor en ese momento, guiándome en cómo empezar en las ventas. Estaba con él en todas las presentaciones y salidas, desarrollando la parte de ventas. Orlando siempre enfocado en la educación, comenzó a invertir en sí mismo, y yo empecé a ver ese proceso de transformación en él.
Siempre fuimos socios desde el principio, pero nuestra unión se fortaleció aún más cuando comencé a observar cómo Orlando invertía en diferentes círculos. Al principio, no entendía a mi hermano. Él estaba expuesto a otras experiencias y perspectivas que yo aún no veía. Así que, por supuesto, para mí era un poco difícil comprender de dónde surgían estos pensamientos tan ambiciosos. Pero no se trata solo de pensar a lo grande, sino de actuar en consecuencia. Observaba cómo él trabaja incansablemente por ese sueño, por esas ideas grandiosas. Veía cómo invertía una y otra vez, no solo trayendo nuevas ideas, sino también transformándose como individuo. Poco a poco, me sumé al proyecto, asumiendo la responsabilidad y aportando en la parte de marketing, buscando llevar lo que venía haciendo de uno a uno, a un nivel de grupo, pensando cómo lo podíamos hacer cada vez más grande para llegar a más personas.
A medida que avanzamos, también me involucré en las inversiones en los entornos que él ya había explorado. Empiezo a recibir, a abrirme, a adoptar diferentes ángulos, perspectivas y filtros de otras personas. Aquí es donde me doy cuenta de las limitaciones que he arrastrado desde mi infancia. A diferencia de Orlando, yo venía cargado de miedos, inseguridades, y a veces, de no creer lo suficiente en mí mismo, incluyendo la dificultad para valorarme y cobrar lo que merezco.
Al observar la transformación de Orlando en diversos aspectos, me dije a mí mismo que si él podía lograrlo, yo también podía. Necesitaba invertir en mí mismo, trabajar en conjunto con Orlando, así como con otros compañeros y grupos que fuimos incorporando. Vi claramente en él que no podía quedarme estancado siendo la misma persona de siempre. Necesitaba invertir en mí mismo en todos los aspectos.
Es por eso que contamos con coaches de negocios, coaches de marketing, coaches para el crecimiento personal y el mindset, abordando absolutamente todos los aspectos. Y, por supuesto, al igual que nosotros, ahora también podemos transmitir y compartir experiencias que nunca antes había vivido. Poder presenciar el impacto positivo y la ayuda que brindamos a otras personas ha sido una de las experiencias más gratificantes. Ver cómo podemos cambiar la vida de alguien es realmente sorprendente. Es aquí donde comprendes que los ingresos y el crecimiento son el resultado de todo lo que hemos logrado al invertir en nosotros mismos y colaborar con los demás.
Poco a poco, Daniel replicó esa actitud y la dupla empezó a engranar exitosamente. “Me sumé al proyecto, asumiendo la responsabilidad y aportando desde mi experiencia en marketing. A medida que avanzamos, también invertí en los entornos que Orlando ya había explorado. Empecé a abrirme, a adoptar diferentes perspectivas, a darme cuenta de las limitaciones que arrastraba desde mi infancia.”
Partiendo de su propia transformación, los hermanos Montiel encontraron su gran propósito: inspirar a miles de hispanos a través del crecimiento personal y la educación.
Poder presenciar el impacto positivo que brindamos a otras personas ha sido una de las experiencias más gratificantes. Ver cómo podemos cambiar la vida de alguien es realmente sorprendente.”
Daniel Montiel: Detrás de la Imagen
IM: ¿Cuál es la filosofía que sigues como empresario y comunicador?
Una frase que encapsula mi perspectiva proviene de Benjamin Hardy: “Cambia tu entorno, cambia tu vida”. Todo lo que deseamos y aún no obtenemos, se debe a la falta de habilidades o a las limitaciones que están programadas en nuestro subconsciente. Si deseas cambiar tu posición actual, es crucial que te asegures de rodearte de personas que te impulsen hacia adelante.
IM: ¿Cuáles han sido tus principales logros en 2023?
Para mí, uno de los logros más significativos es el crecimiento desde la perspectiva del impacto que estamos generando en la comunidad. Entendemos que el impacto no es una cuestión de ego, sino una consecuencia directa de nuestro trabajo y esfuerzo. Cuantas más personas podamos impactar, significa que el mensaje que estamos transmitiendo está llegando a más personas. Ver el crecimiento continuo de la comunidad es mi primer logro, y en segundo lugar, sentirme cada vez más responsable de que mi situación, ya sea lo que tengo o lo que no tengo, depende de mí.
Transmitir esta responsabilidad a cada persona que forma parte de nuestra comunidad es esencial. Quiero que asuman la responsabilidad de sus éxitos, frustraciones y todo lo que tienen en sus vidas. No coloquen sus resultados en el mercado, en otras personas, en su familia o en su niñez. En nuestro último retiro, nos enfocamos en lo que significa el futuro. Entendí que nuestro presente no está determinado por nuestro pasado ni por las influencias que hemos tenido, sino por cómo nos proyectamos hacia el futuro. Mientras más inspirador sea ese futuro, más poderoso será nuestro presente.
Tercero, un hito que no me imaginaba al comenzar este camino fue alcanzar el episodio número 600 en nuestro podcast. Superar los 600 episodios, haciéndolo todos los días, ha sido una lucha interna y un compromiso no solo para nosotros, sino también una inspiración para quienes forman parte de nuestra comunidad y seguidores. Ver cómo nos acompañan incluso en situaciones incómodas o durante vacaciones demuestra que no tenemos excusa para no comprometernos.
Estos son tres de los logros más destacados de este año, y estoy agradecido por el impacto, la responsabilidad asumida y la perseverancia que hemos experimentado.
IM: ¿Qué significa para ti el éxito?
Creo que el concepto de éxito cambia en distintas etapas de nuestra vida. Lo que podría definir como éxito en un momento específico puede no serlo en otro. Mi percepción del éxito hoy será completamente diferente en el futuro. En este momento, lo defino como la paz interior, la tranquilidad conmigo mismo. No lo define una cifra de dólares ni un número en el ámbito empresarial. No se trata solo de la familia en sí, sino de cómo me siento con respecto a cada aspecto de mi vida. No es ni siquiera un equilibrio, ya que lo que puede ser equilibrio para mí no lo es para otros. Lo visualizo más como la paz interior, estar contento conmigo mismo o sentirme en armonía interna. Para mí, el éxito es más una medición interna que externa. Para mí, el éxito es muy subjetivo.
IM: ¿Cuál es el valor más importante que te gustaría transmitir a tus hijos?
Me lo pones difícil al pedir solo uno, pero para mí, el primero sería la integridad. En segundo lugar, algo que Orlando siempre menciona: “Invertir en ti mismo”. Lo que él dijo me resonó mucho, y básicamente, le diría a mis hijos lo mismo. Les aconsejaría que se pongan en una posición incómoda todos los días, que se enamoren y abracen esas situaciones incómodas que les harán crecer.
IM: ¿Qué es lo que más admiras de Orlando?
Su capacidad de pensar en grande. Orlando tiene la convicción de que puede alcanzar todo lo que se proponga, independientemente de cuán grande sea el objetivo.
IM: ¿Qué queda en tu Bucket List?
Poder lograr un lleno en el Kaseya Center. No es solo por el ego, aunque eso también es válido, pero es más que eso. Es el impacto que podemos lograr al tener a todas esas personas reunidas, inspirando a cada una a encontrar su éxito personal.
IM: ¿Si pudieras elegir un superpoder, cuál sería?
Lo primero que me vino a la mente fue el superpoder de aprender rápido, algo así como en “The Matrix”. Es decir, tener un chip que me permita decir: “Quiero aprender esto” y ¡listo!, aprenderlo.
IM: ¿Si las personas pudieran recordar una sola cosa de ti, ¿qué te gustaría que fuese?
“Daniel me cambió, me transformó, me inspiró a cambiar mi mentalidad, a lograr cosas que jamás me hubiera imaginado”. La mayor satisfacción que he sentido durante todo este proyecto es simplemente sembrar esa pequeña semilla. Es algo impactante y una gran responsabilidad.
