Anabella Landa sincroniza energía y espiritualidad con el yoga

Anabella Landa se identifica por completo con el yoga. Comenzó la práctica de esta disciplina a la edad de 13 años en la casa de sus padres en Valencia, Venezuela, pues tenía una instructora de pilates y yoga que le daba lecciones en su hogar dos veces por semana. Le encantaba practicar dicha disciplina junto con su madre, porque sentía que había una conexión increíble entre las tres. “Desde ahí me di cuenta que ya había algo de esa práctica que me llamaba muchísimo la atención.” nos cuenta.

Venezolana de nacimiento, aunque de raíces europeas pues sus abuelas nacieron en Italia y en España. Estudió en un colegio internacional en su país natal donde aprendió a hablar inglés. Cuando comenzó sus estudios universitarios, decidió emigrar a Estados Unidos y se afincó en Miami, donde le fue muy sencillo vivir gracias al dominio del inglés y del castellano.

Durante todo el tiempo que duraron sus estudios, nunca dejó de asistir a cursos de yoga ” durante las diferentes experiencias que he tenido en mi vida, pasantías en Bogotá, Nueva York y Madrid, y un semestre de intercambio en Florencia, siempre conseguía un estudio en donde practicar yoga”, dice.

¿Quienes pueden practicar Yoga?
Según Anabella, no hay una edad determinada para practicar esta disciplina sino que ella se lo recomienda a todo el mundo, pues sus beneficios son muy grandes. “Tanto a un nivel físico como a un nivel mental y espiritual, a mi personalmente me ha cambiado la vida”. Cabe destacar que Landa asegura que no hay que ser una persona muy flexible para realizar la práctica de yoga, pues hay posturas para todos. “El yoga te ayuda a crear una conciencia en los movimientos que tomas con tu cuerpo físico, permitiéndote explorar posturas nuevas y crear flexibilidad mental”, afirma.

Anabella se especializa en Power Vinyasa, un estilo de yoga que ganó mucha popularidad. Vinyasa quiere decir sincronización de la respiración con las poses que se denominan asanas. “El power vinyasa es una variación del Vinyasa Yoga un poco más fuerte físicamente, ya que tiene un flow que se mueve más rápido e incluye ciertas veces posturas o movimientos que simulan ejercicios funcionales”.

Dentro de esta práctica, también existe una conexión espiritual muy fuerte al conectar con la energía que se mueve en su mat. “Es un estilo de vida, es una manera de vivir – desde el amor y desde una conciencia universal. Cuando logras establecer una relación estable contigo mismo, creando paz dentro de ti, logras fomentar paz con las personas a tu alrededor, siendo ya algo que va más allá de lo físico, entrando en un plano más espiritual y energético”, asegura.

De acuerdo a Anabella, la espiritualidad en el Yoga es posible al igual que ocurre en las diferentes religiones donde se enfoca la energía lo cual permite avanzar en la práctica de, en este caso, la disciplina.

Su lugar en el mundo
Para practicar el Power Vinyasa, Anabella Landa eligió la ciudad de Miami. Como le encanta toda la ciudad en su conjunto, da clases y practica la disciplina en diferentes lugares. “Ahorita doy clases en el amanecer todos los martes en la playa justo con una iniciativa que tenemos que se llama Sunrise Beach Yoga. Adicionalmente doy clases por las tardes con el atardecer en la playa de Key Biscayne dos veces a la semana, y los domingos por la mañana en un parque alli mismo”. También brinda clases privadas bajo la marca de “Annie Moves Yoga” todos los meses en los lugares más de moda de Miami.

“Sunrise Yoga por Venezuela”
La iniciativa Sunrise Yoga nació orgánicamente en la playa de Sunny Isles. Anabella observó que muchas personas practicaban yoga en la playa así que decidió conectarse con ellos para comenzar a practicarla en conjunto. “Un día, una amiga me invito a mi, y al día siguiente ya me había ofrecido para dar clases en la playa, esa fue mi primera vez dando clases ante un grupo tan grande, 30 personas a las 6:30am en la playa, nunca se me va a olvidar” relata orgullosa. Con el paso del tiempo, el grupo aumentó a 40 personas y más adelante ascendió a 60. “Hace un par de meses hicimos un evento con Alimenta la Solidaridad, una fundación Venezolana súper linda que recauda fondos para alimentar a niños en Venezuela. Atendieron más de 60 personas y logramos recaudar fondos para alimentar a 61 niños en Venezuela por un mes completo”. Esto nos demuestra que la solidaridad también es parte de la vida de Anabella.

Afirma que su educación fue importante y que la solidaridad siempre fue parte esencial de su crecimiento.” Desde pequeña mi mamá se aseguró de inculcarnos eso, ayudando a fundaciones en Venezuela o de una manera u otra siempre estando conscientes y agradecidos de las oportunidades que la vida nos ha dado”. Por medio de Sunrise Yoga consiguió lo que más anhelaba, unir la práctica de esta disciplina que la apasiona con la solidaridad y compasión por los que menos tienen.

Una instructora diferente
Anabella afirma que, como instructora de yoga, tiene características que la hacen diferente o que le permiten resaltar por sobre el resto, pues cuenta con un pasado de bailarina de ballet, de flamenco y atleta que, como es de suponer, le dio una gran flexibilidad y le permitió formarse a manera personal y profesional. ” A través del baile aprendí disciplina y concentración, algo que creo se ve a leguas cuando doy clases, muchas veces tomo transiciones de bailarina, algo que me encanta porque muchas veces siento que estoy bailando y mi mente viaja a
recuerdos muy bonitos. Y a través del deporte a un nivel físico, pude entrenar mi cuerpo para las exigencias de compartir 3 o 4 clases de yoga al día, también en el ámbito de deportes en equipo, aprendí a comunicarme muy bien, algo que practico a diario cuando comparto mis clases”, relata.

Cómo logra una vida saludable y relajada
Anabella tiene 5 principios que le permiten tener una vida mucho más balanceada, saludable y feliz los cuales compartimos contigo:

“1. Acéptate y escúchate. Mi practica de meditación despertó en mi un nivel de conciencia personal increíble, he desarrollado un amor propio y un nivel de aceptación que va más allá de cualquier manera en la que quizás me juzgo, eso es clave. Cuando creas amor dentro, lo que reflejas es eso mismo. La felicidad se ve, se siente y lo mejor es que se contagia.”

“2. Empieza las mañanas con jugo verde (apio, espinaca, kale, pepino, manzana verde, jengibre y limón) todas las mañanas se ha vuelto un hábito. Al igual que tomar shots de jengibre y cúrcuma que te ayudan a fortalecer tu sistema inmune, después de COVID esto ha sido clave para mi, lo recomiendo muchísimo!”

“3. Mueve tu cuerpo. El movimiento es medicina, salud, vida. Bien sea yoga, caminar, hacer ejercicio o simplemente caminar, todos los días es primordial mover el cuerpo.”

“4. Diviértete. El balance aplica para todo en la vida. Toma jugo verde y ten una dieta balanceada, pero el día que tu cuerpo te lo pida, date el gusto. Come chocolate si te hace feliz! Compartir una buena copa de vino y una buena pasta con amigas es de mis cosas favoritas de mi vida, no lo cambio por nada!”

“5. Sé agradecido. A un nivel físico, vivir bajo una actitud de gratitud cambia la estructura molecular de tu cerebro. La gratitud genera felicidad, y una persona feliz no necesita nada mas en su vida.”

Si quieres conocer más de Anabella Landa, puedes encontrarla en Instagram como @annie.moves o en su página web anniemovesyoga.com. También la encontrarás en su canal de YouTube llamado Annie Moves donde podrás ver algunas de sus clases en los diferentes niveles.